Mía - Osamu Dazai

I.

género; nsfw/+18

advertencias; nsfw, smut, tirar del pelo, negación del orgasmo, sexo sin protección, celos, sexo rudo, degradación, juramentos(? , relación establecida.

No era propio de Dazai estar celoso.

Él confiaba en ti, te había enseñado el lado más vulnerable de sí mismo.

Vendas blancas y sedosas cubriendo su clara piel, suaves rizos castaños dándole forma a su rostro, mientras una sensación de malestar lo abruma. Sus ojos de color miel oscura mirándote con incertidumbre mientras tus dedos desenredaban lentamente las vendas que cubrían su cuerpo; escondido del mundo cruel.

Entonces, ¿por qué estaba celoso ahora?

Sonidos de papel moviéndose, los "clacks " que hacían los teclados de computadora y charlas tranquilas cubrieron la agencia. Sonaba y olía exactamente como un lugar de trabajo lo haría habitualmente.

Excepto por los celos, si los celos tuvieran aroma seguramente sería amargo, como químicos quemados o combustible.

Tus ojos (color de ojos equisde) brillaban con alegría mientras Ranpo continuaba hablando sobre lo "extremadamente asombroso" que era.

Dazai los observaba desde su escritorio, sus ojos cafés observaban analíticamente cada expresión facial que Ranpo y tú hacían.

Los dedos de Dazai se movían molestos mientras reías, resopló suavemente y trató de concentrarse en su trabajo, sabiendo que Kunikida le gritaría por eso... otra vez.

— ¿Dazai? — La voz de Atsushi sonó detrás de él, Dazai volteó levemente la cabeza para poder observar al chico de cabello gris.

— ¿Hmm?

— Si no te molesta que pregunte... ¿por qué sigues mirando a Ranpo y a (T/N)? — Los ojos de Dazai se abrieron un poco. ¿Tan obvio era?

—  ¡Oh, no hay razón! — Dazai rápidamente apartó a Atsushi, dándole esa brillante sonrisa que hacía siempre. — ¡Solamente estoy interesado en su conversación!

— Oh, okay — Atsushi le dio una pequeña sonrisa antes de rápidamente volver a su escritorio. 

Dazai sonrío torcidamente mientras lo mirabas brevemente, sus ojos brillaban con picardía.

Volviste a ponerle atención a Ranpo al oírlo lloriquear tu nombre, para gran disgusto de Dazai.

Ni el ruido que los dedos de Dazai hacían al chocar con la madera de su escritorio, ni la melodía que tarareaba le ayudaban a deshacerse de su eterno aburrimiento.

El papeleo estaba frente a él, parecía que lo observaba, Dazai resopló, paseando su mirada por el cuarto, hasta que levantó sus cejas al encontrarse con lo que vio.

Los brillantes ojos esmeralda de Ranpo estaban mirándote directamente, sonreía mientras te miraba sacudir la cabeza. Un leve sonrojo estaba calentando tus mejillas, tus manos cubrieron tu rostro sonrojado y la tímida sonrisa que tenías en la cara.

Dazai sintió su ojo temblar y los celos creciendo en su estómago, ardiendo. Sus labios se torcían involuntariamente y su ceño estaba fruncido.

Decidido de que ya había sido suficiente de las tonterías de Ranpo, se levantó de su escritorio ayudándose con sus manos, caminando hacia ti a paso largo.

Te estremeciste al sentir la calidez del cuerpo de Dazai presionado a un lado tuyo, uno de sus brazos sujetándote de la cintura y acercándote más a él, mientras una sonrisa agridulce se extendía en su cara. Sus dedos casi clavándose dolorosamente en tu cintura, para que estuvieras segura de que él estaba allí.