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˖*𝐎𝐫𝐢𝐠𝐞𝐧°

Hace muchos años atrás, se rumora que existieron dos almas más afines en todo
Japón. Uno de era el dios de la pureza, la misma gloria era concedida con un solo roce de sus manos, aquel dios llevaba por nombre Yasuhiro, se decía que su nombre significa Honestidad y Paz.

La segunda alma era el Dios del caos, un simple toque era capaz de matar, su nombre era Hiroki...

La magia en este lugar era de mucho resplandor y maldad, muchas personas solo buscanban el poder sin abasto.

—¡Yasuhiro-Sama!—Grito la mujer con desesperación.

En la terraza de una gran casa, se encontraba un chico de bellos cabellos marrones, largos y finos.

—Yasuhiro-Sama—La chica entro a la habitación y aquel chico voltear a verla con confusión

—¿Qué pasa Mei?—Preguntó el chico quien se acercaba a la chica y tratar de calmarla.

—¡La barrera se a caído!—Hablo y Yasuhiro sorprendido regreso al balcón, mirar al cielo donde efectivamente la barrera que protegía el pueblo ya no estaba.

El chico de ojos verdes salto por aquel balcón e ir corriendo a lo que presentía que sucedía.

Aquella barrera en cuestión era la que protegía el pueblo que Yasuhiro gobernaba y solo él y otra persona eran capaz de romper dicha barrera la cual al ser dañada perjudicaba al chico de cabellos marrones.

Pov Yasuhiro

¡Maldición!, juro haberle dicho que no hiciera nada tonto, no debería culparlo, después de todo él fue una víctima de la maldad de mi padre.

Años atrás el padre de Yasuhiro había muerto y por ende le correspondía a su hijo seguir el gobernado, Yasuhiro se convirtió en señor Feudal a una temprana edad y a pesar de eso, él pueblo lo aceptaba y respetaba, después  de todo era un dios pero ni él ni nadie eran tan consistentes de eso.

Mi deber es hablar con él y pedirle que deje que romper la barrera, mi cuerpo no podrá resistir mas sobre exigencia.

Yasuhiro llegó a donde al punto donde se había ocasion el desplome, frente a él un bosque oscuro y de árboles grandes. El Feudal se adentro aquel bosque el cual era una zona prohibida para todo habitante.

Desde los afueras Yasuhiro hizo llamar su arma la cual consistía en un bello bastón de color plata y con decorados dorados, en la punta de esta una bella media luna de cristal posaba y debajo de ella unos lazos de bello color oro con plumas blancas.

—Agitando aquel báculo—Creación!!—Yasuhiro alzo aquel bastón de bellos rasgos y de este salir una luz blanca y con sudor en  la frente Yasuhiro alzo la barrera.

Yasuhiro exhausto hizo desaparecer su mágica arma y adentrarse a su pueblo. El caminó asía la gran casa fue algo largo debido a que la gente del pueblo invitaba al señor Feudal a probar bocadillos o charlar cómodamente.

—¡Yasuhiro-Sama!—Dijo Mei quien preocupada se acercaba  al mayor algo cansado—¿Esta bien?—Preguntó.

Yasuhiro ignoro a la chica preocupada y siguió su camino con naturalidad, la chica confundida sin entender fue tras él.

—¡Yasuhiro-Sama!—Dijo la sacerdotisita quien se cruzaba de brazos enojada por la condición en la que el Feudal se encontraba —esto debe parar. ¡Ya!—Regaño y Yasuhiro solo calló, segundo después hablo.

⿻⎧ ୧Mʏ Lɪɢʜᴛ❁ཻུ۪۪ <S͟o͟o͟k͟a͟i͟>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora