Parte 6: Ejecución

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- Así que tu eres el hijo de ese traidor, dime niño..-Se escuchó una voz gruesa resonar por todo lugar. Su corazón se había detenido por unos segundos y poco a poco comenzaba a bajar su cabeza, evitando ver algo de frente pero que exactamente?- Sabes lo que nos hizo tu familia?.

- No, señor..-respondió el menor con voz temblorosa y a punto de quebrar, no entendía nada y no sabia porque estaba allí, aunque esto segundo pudo ser por estar metido en donde había problemas. Pero si sabia que decir, su padre siempre le obligaba a repetir eso- Señor Rey sirviente!..

Antes tales palabras, quien tenia mas autoridad sobretodos, se levanto del trono para acercarse a donde el menor, casi revelándose, mostrando su ropa oscura con decoraciones doradas mas estas emitía un extraño brillo. Una vez cerca observo al menor detenidamente antes de sonreír, su sonrisa resaltaba de la oscuridad que cubría su cuerpo.

Los guardias presentes solo contuvieron su risa, no querían morir allí, pero el General solo abrió sus ojos sorprendido y lleno de furia ante  el modo vulgar de hablar de ese niño, se acerco lo suficiente al menor para golpearlo en la cabeza- ¿¡como te atreves hablarle de esa forma al Rey, acaso quieres morir¡?.

- Basta General, igual morirá..-interrumpió el Rey viendo al nombrado para después ver al niño fijamente- si lograbas hacerme reír te dejaría con vida, como un bufón...

El menor sin decir nada y cubriendo su cabeza mantenía su vista baja, en su interior se regañaba por ser tan tonto y odiaba tener miedo, todo fue su culpa, debía ahora de intentar salvar su vida- Señor! Por favor...no, se lo ruego, déjeme servirle como un sirviente!..-grito desesperado mientras su sangre escurría por su rostro hasta caer al suelo.

El Rey abrió sus ojos sorprendido mas comenzó a reírse a carcajadas- ¿acaso es así tu modo de rogar por tu vida?.. -se burlo viendo al menor que comenzaba a llorar y cerrar sus ojos- pero por ser tus últimos momentos, no puedo aceptarte como un sirviente, tu familia causo mucho daño a todas las sombras de este reino, sin olvidar a mi familia quienes sufrieron por culpa de sus falsos rumores.

- ¿Que hic...hicieron? -pregunto el menor con su voz quebrada y apoyando sus manos en sus piernas, parecía que no podía hacer nada mas por su vida.

- ¿eres sordo o que? -interfirió el General ya harto del menor y alzo su lanza contra de este, la hoja afilada muy cerca del cuello del pequeño- la familia del Rey sufrió mucho por los rumores que tu familia esparció a lo largo del reino y sus exteriores..causaron caos tomando vidas ajenas..lograron que todas la sombras fuesen en contra de la familia real y a sus aliados los trataron como animales! -aun molestó el General llevo su vista al rostro del Rey aunque solo podía ver sus ojos, este ultimo parecía a gusto con lo que él hacia- Señor permitame ejecutarlo aquí y ahora..

- si solo eran rumores...si eran mentiras, ¿por que otros creyeron que era verdad? -murmuro el menor con su vista baja, sus manos hechas puños mientras sus lagrimas caían en estas, mientras las gotas de sangre que se deslizaban por su rostro caían en las cadenas que ataban sus muñecas, todo rastro de sangre que permanecía en las cadenas, se evaporaba rápidamente. Sus brazos comenzaron a temblar al igual que sus labios ante la impotencia que sentía, molesto también por el dolor de su cabeza que había aumentado a lo largo de la conversación- Seguramente es porque era verdad lo que decían...-aseguro el menor cerrando sus ojos con fuerza por unos segundos. De sus puños se escuchaba el crujir de sus huesos ante la fuerza que aplicaba.

Las sombras que rodeaban al menor y quienes lo observaban desde su posición sabían que era injusto el trato al menor, pero pronto ese trato cruel acabaría en un instante una vez el Rey ordenase su ejecución. 

El Rey sonrió viendo al menor molesto y llorando, se cruzó de brazos y solo cerro sus ojos- por huir del castigo por sus actos..-estas palabras lograron que el General solo extendiera su mano hacia un lado, mientras otro guardia apresuraba su paso con una lanza que en su cuchilla tenia los bordes dorados y relucientes, un brillo radiante permitía ver las decoraciones doradas que pasaban por toda la lanza pero había dos zonas que eran oscuras y el dorado no llegaba a tocar esas zonas oscuras, la mano del guarida estaba en una de esas zonas y solo extendió el arma al General, cerca de la mano extendida.

- Que.. ¡¡Yo no lo sabía!! -grito el menor quien se apoyo de sus rodillas y alzo su pierna para darse el impulso e ir hacia el Rey, aprovechando que el General desvió la mirada a la nueva arma, durante su impulso sin desearlo logro que la hoja de la lanza común cortase un lado de su cuello mas eso no le detuvo, llevo ambas manos a un lado mas en una, sus uñas habían sido reemplazadas por unas garras oscuras, listas para cumplir su misión de desgarrar. Aquel acto había sido impulsado por una energía externa, una que le daba la fuerza y valentía de irse contra el mismísimo Rey, dejando atrás el miedo y permitiendo pasar el odio a tomar el control de sus acciones.

El Rey solo permaneció inmóvil abriendo sus ojos al sentir la furia del menor ir hacia él, mas nuevamente sonrió de manera burlona. Aquella neblina que le cubría y protegía la hizo disiparse para darle paso al niño.

Pero no importaba la fuerza o la determinación que tenia en ese momento, después de todo aun era un niño y su fuerza no se comparaba a la de una sombra adulta, aparte estaba solo. Todo esto lo recordó cuando recibió un golpe en su estomago mandándolo contra el suelo, mantuvo su mirada al oscuro techo, el dolor hizo presencia mas por un momento para él se detuvo, aquel enojo y tristeza se habían ido, por alguna razón pudo respirar aliviado, ya todo se había acabado.

El General tenia esa lanza dorada en sus manos y solo apoyo su pie en el pecho del menor, rápidamente acerco la hoja de la lanza al cuello del menor dispuesto a culminar la vida del menor. Los demás guardias veían sorprendidos ante el acto de aquel niño, pero quien mas resaltaba entre los guardias era el Príncipe quien impactado solo sonrió, era la primera vez que veía a una sombra alzarse, lo que decía su padre era cierto, tarde o temprano se revelaran, por eso quienes arruinaban la paz eran ejecutados sin excepciones. Ese era uno de los mayores miedos de cada rey que estuviese en el trono, un miedo que muy pronto viviría.

- Yo no vine a ver como ejecutan a quienes ustedes llaman alborotadores..-hizo presencia una voz suave que detuvo a cada uno en sus pensamientos y girasen a ver la dueña de al voz. Esta misma hizo despertar al menor de aquella sensación de paz, dándose cuenta que estaba a punto de ser ejecutado, el sentir la hoja de la lanza quemar su cuello, esto no era agradable, pero a pesar de ello, llevo su vista al Rey, el cual solo miraba al frente con molestia en su rostro.

Continuará...

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2021 ⏰

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