II

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Jimin miró con ternura a la pequeña cachorra que arrullaba entre sus brazos. Los niños que trajeron consigo eran todos huérfanos, entre ellos había dos bebés los cuales tenían escasos meses de vida, Aeri de tan solo cinco meses y Bongcha que en un mes cumpliría el año. También estaban los mellizos, Minji y Deiji, tenían 4 años y revoloteaban salvajemente por la guardería.

A su lado se encontraba una omega de la aldea, Eunji, era la cuidadora encargada de la guardería y entre sus brazos yacía Bongcha, que intentaba conciliar el sueño mientras aspiraba el aroma de la mujer.

—¿Ya está completamente recuperado? —le preguntó Eunji a Jimin mientras acariciaba el pelo del cachorro con cadencia.

Jimin había salido hace unos días del hospital, le aconsejaron permanecer en reposo algunos días más en su cabaña asignada pero no podía evitar hacer algo para no sentirse como una carga en la aldea, por lo que de momento se limitaba a cuidar a los cachorros de la aldea junto con Eunji.

El jefe de la aldea, sobre quien más tarde aprendió que su nombre era Jeon Jungkook, no les había dado ninguna tarea importante de momento. A decir verdad el omega rubio estaba ansioso por hacer algo de utilidad y que le ayudase a él y a su grupo a aportar su grano de arena en la aldea.

—Sí, me encuentro mejor. —sonrió Jimin cálidamente—. Y puedes tutearme, Eunji. Ser tratado de usted me hace sentir mayor.

Ambos omegas rieron en silencio, evitando hacer ruido para no despertar a los cachorros que tenían en brazos.
Giró su mirada y observó a Eunji, era una chica menuda y de facciones finas, su pelo corto se recogía en una pequeña coleta y algunos mechones rebeldes cubrían su frente. Por lo que sabía era bastante joven, y suponía que no llegaba a los veinte años.
Jimin pensó como distaba de la imagen de omega que acostumbraba a ver allá en su antigua manada, mientras Eunji era una muchacha de aspecto fresco y juvenil, las omegas de su aldea tenían una expresión sombría y muchas veces eran obligadas a presentar una perfección que se alejaba de la realidad.

—Eunji, ¿como vivís los omegas aquí? —cuestionó el rubio.

—¿A qué te refieres? Es una pregunta bastante ambigua. —La joven le mostró una pequeña sonrisa mientras a su vez dejaba a Bongcha recostado en unas mantas.

—Es decir... —Jimin buscó como formularlo de forma correcta y concisa—. ¿Os tratan bien aquí? ¿No os minimizan a ser un simple objeto?

La joven omega lo observó con una mirada cálida, similar a la de una madre contemplando a su hijo recién nacido. Jimin lagrimeó un poco, se sentía estúpido por preguntar aquello, pero aún sabiendo que todo iba bien sus sentidos seguían manteniéndolo alerta de cualquier amenaza.

—No, Jimin. —Eunji tomó la mano libre del rubio y la apretó, mostrando consuelo y proporcionándole tranquilidad—. Uno de los principios y pilares de esta aldea y el clan Jeon siempre ha sido la equidad de las especies. No tienes que preocuparte más por eso, no serás discriminado.

—Eso suena bien... —Murmuró Jimin alzando las comisuras de sus labios—. Y... ¿el señor Jeon? ¿Cómo es?

Aunque el omega ya hubiese tratado con él, sabiendo de su faceta impasible y frígida, sentía la necesidad e incertidumbre de averiguar si ese alfa era así siempre.

—¿El señor Jeon? Bueno, él parece ser distante y un poco malhumorado a veces, pero al fin y al cabo es nuestro líder, no es fácil dirigir una manada como la nuestra con todas las complicaciones que hubo en etapas pasadas, él se esfuerza mucho. —Eunji mordió su labio—. A pesar de todo, creo que es alguien amable y generoso aunque no lo parezca a simple vista, no nos falta de nada y él trabaja por ello.

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⏰ Última actualización: May 30, 2022 ⏰

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RENEGADO - Kookmin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora