Our History (Vladislaus Drácula x Van Helsing)

𝕺𝖚𝖗 𝕳𝖎𝖘𝖙𝖔𝖗𝖞

ᴀᴄᴛ ɪ: 𝔈𝔩 𝔳𝔞𝔪𝔭𝔦𝔯𝔬 𝔫𝔬𝔰𝔱𝔞𝔩𝔤𝔦𝔠𝔬.

Antes de que el tiempo los hubiera separado, hubo un fuego lleno de pasión, lleno de palabras que no eran simple y llanamente, vanas o en algún punto pretenciosas, ahora bien, aunque el tiempo ha pasado para el famoso e intrépido Van Helsing estos recuerdos son ausentes, así como el amor que, el enemigo al que se deberá enfrentar en el futuro, profesó para él. Para Vladimir Valerius el hombre que vivió para morir, esto, está tan muerto como él... Al menos así, lo siente por la traición y como Gabriel, le hizo sentir luego de eso, olvidándole como un perro sucio y sarnoso...

Es un golpe bajo. Uno que duele incluso habiendo muerto para vivir, su muerto corazón aun latía por él y su mente aun lo pensaba, como el recuerdo de un vivo que piensa en un muerto, entre la sonata de un doliente a un amante. Para, ahora que estaba muerto, Vladislaus Dragulia o simplemente Drácula, esto era mucho más profundo.

Es un vals solitario que se había instalado en su corazón desde entonces, esa traición fue como venderse a un hombre de un solo credo y una sola aflicción; así es que, como todas las mañanas, hay una vespertina reflexión que se cruza por la mente del vampiro. Mismo que suspira como si realmente lo necesitara, junto a este gesto tan humano, el vacío que crecía, conforme los recuerdos volvían a su mente, se hacía más grande, haciendo que haya un dolor sordo en su pecho y que una lágrima color carmín bajara por sus facciones de aristócrata. "Gabriel" piensa, "Solo el destino pudiera unirnos de nuevo", se ve al espejo.

En el reflejo hay alguien solitario que, a pesar de tener tres hermosas novias, se sentía solo, abandonado y con un vacío que hacía doler su alma... La que estaba marchita desde hace mucho. Incluso si estuviera viva y llena de humanidad, no es como si ella, fuera llena de fulgor. Gabriel, ese maldito nombre que lo piensa y lo recuerda como las páginas de viejos libros que no le importaría volver a leer, siendo que, su corazón late y sufre por la venta de sus cuerpos a hombres marchitos y sin alma.

Mira sus esposas, una más bella que la anterior, les tiene lástima, ya que no las ama.

—Vayan al pueblo y coman—les ordenó.

Y aunque las mujeres le acarician con una sonrisa de amor, él no está ahí está en sus recuerdos uno más bello que el anterior, memorias que se bañan entre el rocío del invierno de su dominio. Él y Gabriel bailando, cenando, jugando, cazando, incluso hay uno que palpita en lágrimas delicadas que se escurren como una gota silenciosa de dolor, uno que es aquel en el que se prometieron la vida, uno al otro; amarse como si el mundo fuera a acabarse en cualquier momento y sus vidas hubieran sido desperdiciadas hasta el cansancio.

¿Por qué? ¿Por qué lo han apartado de su amado en un destino cruel y perverso? ¿Por qué tuvieron que ponerse en esta oscura luz de la avaricia y del dolor?

Esto, por las decisiones de un pasado que estuvo lleno de pasión, lleno de traición, dos amantes que fueron separados a la Fuerza, por mentiras que los llevaron a la vorágine de la locura, mientras ellos se vestían de rojo como la sangre que recorre a los seres mortales de las tierras que el creador ha dado.

Oh, Gabriel.

Aquello le revive las lágrimas que derramó aquel al que le dio su alma, así que ¿Por qué sentía traición? ¿Por qué sentía este sentimiento tan agobiante como el querer devuelta lo perdido? ¿Sirvió de algo el dolor que el otro sufrió? Incluso ahora se cuestiona miles de exuberantes preguntas ¿Era acaso su naturaleza demoníaca la que lo hacía pensar así? Estaba siendo muy egoísta porque, su Gabriel, su querido Gabriel no quería esto. Primero, el hombre jamás quiso que él, fuera a venderse por una causa vana y vil, el mismo Lucifer le ha cuestionado demasiadas veces este trato.