Día 32: Las consecuencias de arruinar a un inocente.

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Jimin le quitó el envoltorio a la paleta de fresa mientras se sentaba en una de las mesas, frunciendo un poco el ceño cuando notó el movimiento de policías que había esa mañana en la prisión. Había querido hablar con Yoongi, pero desde que se había levantado es que no lo había visto y aunque había preguntado por ahí, solo le habían respondido con que el oficial Min ese día tenía una importante reunión con el director de la prisión porque al parecer un nuevo reo venía al lugar y necesitaban saber en qué pabellón sería puesto, ya que en ese, tenían varios lugares libres. Jimin lo sabía, que al lugar donde lo traerían sería a ese pabellón, era el que menos reos tenía y por lo que sabía, los otros estaban ya algo llenos, el movimiento de oficiales también le hizo darse cuenta de la situación; El nuevo reo había hecho algo muy jodido.

Taehyung dejó su libro sobre la mesa antes de sentarse a un lado de Jimin, quien lo miró con esa pequeña sonrisa en sus gruesos belfos, como si supiera algo que él no y no quisiera contarlo.

— ¿Qué sucede?—Preguntó el rubio arreglando las ondas que caían por su rostro. Le robó algunos dulces a Jimin y este le frunció el ceño, tratando de parecer enojado, pero la realidad es que era la cosita más tierna que Tae había visto en mucho tiempo.

—Hum verás, el movimiento de policías es jodido en cuanto llega un reo que ha hecho algo... ¿feo?—Su apariencia de cuando no sabía como expresar algo tenía a Taehyung embelesado. No podía ser que este muchacho, de su misma edad, pudiera causar tantas cosas y hacer tantas tiernas expresiones de las cuales nunca había visto en otra persona—. Puede ser por asesinato, abuso o un robo grande—Encogió sus hombros y Tae hizo una mueca.

Los policías comenzaron a dispersarse mientras estaban atentos a cualquier movimiento que los reos hicieran. Esa mañana entraron tres nuevos reclusos, los cuales dos se veían muy fuera de lugar, pero otro tenía una sonrisa altanera en sus labios y ambos muchachos lo notaron en el momento que los oficiales le sacaron las esposas. Se sentó en una mesa frente a ellos y mientras Tae enarcaba una de sus cejas, este muchacho que no se veía más mayor que ellos, lo miró fijamente.

— ¿Qué me miras, puta?—Preguntó y Taehyung quiso poner sus ojos en blanco, pero se resistió lo más que pudo para retener ese gesto—. ¿Quieres pelear o quieres mi verga?—El rubio terminó por desviar la mirada mientras hacía un ruido bajo con su boca, molesto de la reacción que ese imbécil había tenido porque simplemente había puesto sus ojos unos segundos en él.

— ¿A quién tenemos acá?—Preguntó Jeon detrás del nuevo recluso con voz ronca y petulante, había llegado al comedor hacía unos pocos minutos y con la intención de escuchar qué tenía él para decir se ubicó en sus espaldas—. ¿Es el niño de papi y mami con problemas de ira que asesinó a sus amigos? Sí, Lee, eres tú. Leí tu archivo y sé lo que has hecho, te diré las reglas y tú las respetaras—Dijo y su gran mano fue a la nuca de Lee antes de que con fuerza la empujara y aplastara su rostro en la mesa de acero—. ¿Ves al rubio precioso de allá? Es mi chico y no quiero que intentes sobrepasar ningún límite. Con Hada tampoco ¿bien? Si desobedeces algo, tus demonios internos no serán los únicos que te torturen—Dijo en el oído contrario. Lee tuvo escalofríos mientras trataba de zafarse del agarre que el mayor tenía sobre su nuca—. Soy Jeon, no es un gusto conocerte. Estás advertido y si llego a saber que has querido pasar un mínimo límite, me tendrás torturandote y haciéndote las peores cosas que te puedas imaginar—Con su dedo índice golpeteo fuertemente la sien derecha del muchacho que nuevamente, intentaba liberarse del agarre que tenía Jeon sobre su cuello, sus dedos clavándose en la piel haciendo una presión sumamente fuerte.

60 días preso ‧ੈ;๑↷ jjk ;; kth +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora