𝓜𝓲 𝓹𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 [PAUSADA]

Capitulo 2. Recuerdo hermoso.

(inicio del flashback)

Joaquín Galán.

Me había dolido nuestra roptura con Lucía, habían sido unos tres años hermosos al lado de una mujer increíble. Realmente no había entendido mucho la causa de nuestra roptura, pero si que sabía que porque me había dejado de amar. No era. Yo estoy totalmente seguro y convencido de eso.

Después de nuestra separación sentimental, yo al cabo de unos tres meses, volví a estar en pareja. Ella realmente me gustaba, me parecía una mina muy linda, pero por una extraña razón Lucía seguía con en mi mente y no había forma de sacarla de ahí. Ella también se había puesto de pareja con un tipo realmente bueno, me simpatizaba.

Había pasado dos meses que estaba con Gabriela –Mi pareja– y la pareja de Lu que era Federico. Cuando una noche mi hermana nos invita a una cena a los tres. Iba a ser una cena entre las dos parejas.

Lucía había preparado unos tallarines con ambóndigas y salsa. Pasamos la noche hablando y contando a nuestras parejas los respectivos proyectos que teníamos en unos meses para poder volver al escenario, giras, show, entrevista y todo.

No sé en qué momento me doy cuenta que junto a Lucía nos habíamos bajando dos botellas solos de vino, ya que Federico no tomaba porque después se tenía que ir su casa. Ya que ambas parejas vivía en sus respectivas casas sin invadir al otro. Y Gabriela sabía que no le gustaba mucho el alcohol asique ella casi que ni lo probó.

Seguimos hablado los cuatros un rato más. Los que más estamos pasados de copas éramos Lucía y yo. Me había cansado de estar en la silla, entonces me fui al sofá a ver la tele, y se ve, que me quedé dormido.

Solamente recuerdo que Gabriela me preguntó que si estaba bien y que la llevaba Federico a su casa y que el auto quedaba guardado en la cochera del edificio de Lucía.

Lucía vino hacia mi para preguntarme cómo estaba, que vaya arriba al cuarto de invitados a dormir. No le hice caso y me levanté para buscar nuestras copas que estaban en la mesa y la botella de vino que quedaba.

Las puse en la mesita que había al lado del sofá, le servi a ella y me servi a mi. Nos sentamos en el sofá uno al frente del otro y empezamos a hablar de la relación que llevaban nuestros hijos, que nos hacian acordar a nuestros tiempos.

Mietras que hablábamos le pregunte que onda con su relación.

–Como vas vos cón Federico?

–Em.....creo que bien, antes que llegaran ustedes tuvimos una discusión pero fue una boludes, pero viste como soy de sensible. –Sollozo un poco.

–Ay Gachi, vení para acá–la abrace.

Lloro un poco en mi pecho, y cuando nos separamos cai en la belleza de sus hermosa cara, en sus ojos, su boca, su nariz, toda sus fracciones eran hermosas. No sé en qué momento paso que nuestras respiraciones eran una sola, nuestras bocas estaban juntas como en los viejos tiempos. Nuestras lenguas se encontraron sin ningún ploblema como lo solían hacer, hace un tiempo atrás...

La fui tumbado lentamente en el sofá, mi boca fue en camino a su lobulo de la oreja para poder morderlo y succionarlo. Un gemido de Lucía escuché en mi oreja, que hizo que mi amigo empezará a tomar vida debajo de mi boxer rojo, cuando ella sintió el tacto de mi boca en su lóbulo.