Capítulo 5

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Louis y Harry están sentados en la cama, en silencio, con una distancia de dos metros. Ninguno se mueve, ninguno dice nada. Louis se dedica a jugar con sus manos sobre su regazo y Harry palmea sus muslos al ritmo de una canción que tararea en su cabeza, ambos están incómodos y nerviosos.

La cajita de Durex está sobre la cama, en medio de los dos.

Harry se aclara la garganta. "Supongo que deberíamos de—, no sé, desnudarnos."

El omega asiente. "Sí."

Ninguno se mueve.

"O podemos quedarnos así." Sugiere también Harry.

Louis bufa angustiado. "Harry, no puedo hacerlo."

Eso sorprende y decepciona a Harry en el fondo. El alfa abre la boca y la vuelve a cerrar al instante, se siente incrédulo. "¿Qué?"

"No puedo hacer esto si estás tan inseguro y nervioso." Admite. Louis no lo está mirando a la cara, prefiere mirar a sus pequeñas manos. "Ha sido una estupidez, lo siento Harry. ¿Te apetece ver alguna serie? Realmente estoy cansado."

"¡No, no!" Harry se alarma. "No, por favor. Quiero hacerlo Louis, por favor, en serio..."

El omega lo mira, desconcertado y con curiosidad. "Pero tú..."

Harry se aproxima a él, decidido. "Yo sé lo que quiero, y lo que quiero es estar contigo." Lo interrumpe. Posa sus manos en la cintura de su novio y sonríe con esos alegres hoyuelos en las mejillas. "Déjame hacer esto, por favor."

Los ojos azules de Louis brillan con emoción y alegría, porque por primera vez Harry muestra estar seguro de sus decisiones. Cuando Harry se inclina a besarlo, Louis no le dice que no. Los labios de Harry son tibios y cálidos a la vez, hacen que Louis se sienta como el líquido más escurridizo entre sus brazos.

Harry lo invita a sentarse en su regazo con leves tirones, y finalmente Louis se monta a horcajadas sobre él gustoso. Son simples besos perezosos y cariñosos, no hay prisa para empezar pero sí mucho ánimo. Cuando Louis comienza a querer llevar el beso a su segundo nivel, Harry baja sus manos a su trasero y lo acaricia.

Están yendo a un nivel que nunca han ido antes, y se sienten como auténticos exploradores descubriendo un mundo mágico. No son más que besos apasionantes y caricias subidas de tonos, pero para ambos ya es algo bastante grande.

Entonces el teléfono de Louis suena furiosamente, ambos adolescentes se sobresaltan y Harry se da un fuerte golpe en la cabeza contra el cabecero de la cama. El omega arrulla preocupado a su alfa, que gimotea adolorido.

Louis frunce el ceño al ver el número en pantalla. "¿Mamá?"

Es una videollamada. Al instante, su madre y Anne aparecen en la pantalla. "¡LOUIS!" Jay se ve absolutamente aliviada, con esas gafas de sol y un bañador. En Doncaster es puro invierno y nieve, pero sus padres han ido a una playa calurosa. "Vale, escucha, es mi hora de charlar como madre. Daremos un pequeño repaso de charla sexual, ¿de acuerdo?"

Louis se siente avergonzado, pero sobre todo, él sigue montado a horcajadas sobre Harry. Pero eso su madre no lo sabe.

"¡Mamá!" Gime en protesta.

"Vale, umh, ¿sabes lo que es el lubricante, cierto? Bien, cuando te sientes un poco... emocionado, tu cuerpo segrega el lubricante. ¡Y eso está genial, cariño! Te va a ayudar con... Harry y eso, ¿alguna duda con eso?"

Louis siente que se le va a caer la cara de la vergüenza. "¡PERO, MAMÁ—!"

Es el turno de Anne de aparecer. "Es normal sentirse nervioso y angustiado, pero es algo totalmente biológico y normal, cariño. Sé que puede sonar raro porque soy la madre de tu novio pero, ¿tienes alguna pregunta sobre la anatomía física de un alfa u otra pregunta? He parido dos hijos alfas, puedes preguntarme tanto anatomía femenina como masculina."

Harry abre los ojos y sus mejillas son tan rojas como dos tomates. "¡MAMÁ!"

"Oh, ¡hola, Harry!"

Harry agarra el teléfono de Louis y se enfoca. "Mamá, te prohíbo absolutamente que le hables a Louis de anatomía alfa." Gruñe.

"Tú no me puedes prohibir nada, soy tu madre. Y si veo bien hablar de anatomía con mi querido yerno, así será."

Harry gime molesto. "¡Mamá!"

Su padre aparece a lo lejos en la videollamada, se ha conseguido dejar ver al final de la piscina. Él levanta ambos pulgares y le guiña un ojo a Harry como si lo estuviera felicitando. Harry se sonroja y simplemente reza para que Louis no se haya percatado de eso, lo cuál no es posible porque al instante Louis se gira indignado.

"¿Tu padre sabía esto?" Acusa.

Harry titubea. "Yo no—, o sea, sí. Pero yo no creía-."

"¡Harry!" Bufa Louis, angustiado y enfadado.

"Perdón cariño, es que estaba asustado."

Ambas mujeres se giran hacia Robin y lo regañan. Louis está en plena discusión con un arrepentido Harry mientras Anne y Jay le dan un largo sermón a Robin sobre la vulnerabilidad de los adolescentes y cómo es muy importante no avergonzarlos o hacerlos inseguros. El teléfono finalmente termina en manos del padre de Louis, Dan.

"¿Louis?"

Louis gime. "Papá, por favor, tú no."

Su padre parece relajado. "No, tranquilo hijo. Tu madre y Anne están entretenidas con Robin..." Dan entrecierra los ojos y logra visualizar a Harry. "Harry, hola. ¿Qué tal?"

"Yo, umh—." Titubea, rojo de vergüenza. "Bien, supongo. La vida no me trata mal."

Dan asiente. "Harry, ¿mi hijo está montado sobre ti, o me lo parece a mí?"

Ambos adolescentes se sonrojan furiosamente. "Yo—."

"De acuerdo, hagamos una cosa. Creo que Robin está en peligro porque Anne y Jay han encontrado dónde está la manguera de la piscina." Dan mira a algún lugar que no es visible por la cámara. Regresa su mirada a ambos adolescentes. "Hagamos como que yo os he dado toda esta charla innecesaria sobre el sexo y os dejaré tranquilos, ¿vale?"

Harry suspira aliviado. "Gracias, Dan."

El hombre niega y se encoge de hombros. "Sois jóvenes, la vida es loca. Louis, tu madre dice que tengas mucho cuidado. Esta familia tiene una maldición con los condones, hablo en serio."

"Gracias por no darnos la charla, papá." Agradece Louis, sinceramente.

"De nada, para eso está porno."

"Papá."

"¿Qué? Eres omega, no un santo. Es normal, hijo." Se oyen ruidos al fondo. "Vale, hora de irme. Adiós."

"Adiós..." Murmuran ambos adolescentes.

Harry mira a Louis cuando la llamada ha terminado. Hay una pausa entre ambos, solo miradas silenciosas.

"¿Entonces sí vamos a tener un bebé?" Pregunta Harry.

"Simplemente quítate los pantalones, ponte el condón y fóllame ya, ¿quieres?"

Condones Para Harry [l.s] [Segundo Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora