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"¿Hola? ¿Gilda?

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"¿Hola? ¿Gilda?... ¿¡Don!? ¡¡Achu!!" Emma tapó su rostro con su sábana mientras alejaba el celular un poco. Cuándo se recupero, volvió a colocar el celular entre su oreja y su hombro mientras que con sus manos buscaba a tientas su caja de pañuelos desechables. "¿Qué haces en el departamento de Gilda?... No, espera no quiero saber. Olvida eso" Emma negó levemente mientras cerraba los ojos y pasaba un pañuelo por la nariz antes de que sus mocos comenzaran a escurrir por sus fosas nasales

"¿Emma? ¿Qué pasa? No puede ser, ¿¡TE HAS ENFERMADO!?" Don soltó un grito que hizo que la cabeza de Emma punzara un poco más de lo que ya lo hacia. Cuándo Emma estaba apunto de contestar, un alboroto se escuchó del otro lado de la línea, haciéndole saber que la persona por la que había preguntado escuchó tremendo grito dado el moreno.

"¡Don! ¡Dame eso, cabeza hueca!" El ruido sordo de un golpe se escuchó demasiado cerca, seguido de un quejido "Emma, ¡hola! ¿Qué pasa? ¿estás bien? Dijiste que nos veríamos en el departamento de Anna y Ray dentro de 2 horas, ¿nos veremos antes?" La suave voz de Gilda la hizo sentir tranquila a pesar de la rapidez con la que había hablado. Emma se aguantó la ganas de llorar al tener que detener la emoción de su amiga.

"Hola, Gilda. Mmmmh, bueno, estoy... enferma... ¡Espera, espera! no entres en pánico, no estoy tan ma– ¡Achu!" Emma volvió a alejar el celular en cuanto sintió las ganas de estornudar, dejó el teléfono en la cama y presionó el ícono del micrófono, y cuando éste se apagó, limpió su nariz. No quería que Gilda escuchara aquello, eran amigas cercanas, demasiado, pero aún así Emma sentía un poco de vergüenza. Volvió a encender su micrófono y lo colocó cerca de su rostro. "En serio, es sólo una pequeña gripe estacionaria. No sé cómo es que me enfermé"

Emma claramente sabía porqué estaba enferma. Además de que los 3 botes de helado en su contenedor de basura eran una gran evidencia de su repentina gripe. Y si era honesta, esperaba que al 3er día de enfermedad esta hubiera cedido un poco pero al parecer se había equivocado. 

"¡No te creo!" Gilda bufo y Emma ya podía imaginar la cara que había puesto su amiga "Dios, que descuidada eres, Emma. ¿Ya tomaste alguna medicina? ¿Estás tomando agua? ¿Ya comiste? Dime que no haz comido esa basura de comida rápida otra vez, ¿lo hiciste, cierto?"

"Gilda, Gilda, para" Emma río roncamente, la garganta le dolía y le costaba un poco hablar, pero aún así fue una risa sincera "Ya tomé un poco de jarabe, sí estoy tomando agua y ya comí. No, no he comprado comida rápida, lo prometo. Estoy bien, te digo que sólo es una pequeña gripe por el repentino cambio de clima, además de un poco de estrés del trabajo y ya. Nada que unos días de descanso no curen"

"Iré a tu departamento, Emma, estaré en 20 minutos ahí para cuidar–"

"¡NO!" Emma gritó contra su celular, Gilda y Don soltaron un quejido, claro que Don escucharía la conversación entre ellas y claro que Gilda pondría el altavoz para que ambos escucharan fácilmente, eran la pareja perfecta "No vengas, Gilda. En serio, no es necesario. Tienes que ir a ver a Anna y a las chicas. Gillian se casará dentro de unas semanas y tú eres la que está diseñando el vestido y ayudando a Sonya, Violet, Anna y Paula a dar los toques finales al salón. Aunque digas que sólo vendrás un rato, te conozco perfectamente y sé que querrás quedarte todo el día, así que por favor y por la salud mental de todas esas pobres mujeres trabajadoras no vengas" Emma finalizó antes de que otro estornudo la interrumpiera.

c o l d; noremmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora