No estaba muy seguro de lo que hacia, sus pasos eran lentos, en general vivía su vida como si no fuera suya. Había decidido llevarla sin apuros; Nishimura Riki había resumido su vida a dormir en las tardes, tomarle fotos a su gata "Canela", tocar la única canción que sabía en guitarra, pintarse las manos con bolígrafos de colores y a veces si tenía suerte un fin de semana iba a donde sus abuelos. Siempre le pareció que el lugar era un pequeño palacio, con un jardín enorme donde podía escuchar música, en la pequeña biblioteca de la casa habían muchos vinilos, robo un par de ellos para decorar su habitación, adicionándole cuidadosamente pétalos de flores disecadas
Su ser en general era como un gato tranquilo, si su alma cantara estaría dispuesto a afirmar que sería un clásico, tocaría Fly to the moon bailando un compas suave y sigiloso. Lo único interesante que le gustaba hacer era ir con sus audífonos a la plaza central, siempre veía un chico que vestía de negro pero se hacia notar que cada prenda la había escogido a detalle con la mas nimia precaución, su cabellos iban peinados siempre y usaba delineador negro, la gente hablaba pestes de el, mas que nada decían que era un suicida, que llevaba un vida demasiado exuberante pero a Riki siempre le pareció sumamente fascinante, sentía que el hecho de que tuviera marcas en sus brazos no implicaba que su vida estuviera perdida, simplemente era alguien con una historia que contar que probablemente nadie se había detenido a escuchar
Riki se fue dando cuenta que la adolescencia tiene leyes muy simples pero para algunos se hacen todo un rollo, afortunadamente tenía a sus dos mejores amigos, Seonwoo y Heeseung, no llevaban años de conocerse pero se habían hecho una relación bastante estrecha, conocía variadas artimañas y lugares increíbles gracias a ellos, los mejores momentos que había pasado habían sido juntos, siempre había una tensión incomoda cuando se ponían ebrios y se besaban sin control pero fuera de eso todo era maravilloso
Heeseung le escribía poemas a su enamorada imaginaria; Una vez Seonwoo y Riki, notaron lo distraído que estaba Hee, confesó que había soñado con una chica y que la había visto pero no sabía si era real o un sueño, solo sabía que era perfecta. Seonwoo se burlo de aquello y Riki lo vio como un fantasía muy peculiar.
Seonwoo es una persona mucho más activa, es el centro de todo, es el encargado de hacerlos hacer locuras, como aquella vez que garabateo las paginas de un libro carísimo que hablaba de el arte victoriano, hizo escáner de todas las paginas que arranco y las diseño en un conjunto que llama "su obra maestra", realmente verlo vestir con eso es magnifico por que es único y es muy marcado a su personalidad, audaz, valiente y elegante
Riki aceptaba que no era genial, sus amigos si que lo eran, su "enamorado" lo era, pero el era simple, no tenía un talento genial, no le gustaba a nadie, intento ser millones de cosas pero no encajaba en nada y simplemente acabo aceptando que era alguien insípido y que le faltaba color, le faltaba encontrar la razón de su vida. Heeseung quería que su chica fuera real, Seonwoo quería perforarse los pezones y ser un estrella de rock o algo así, pero Riki no sabía que quería, su vida estaba bien así a lo mucho quería hablar con el chico de cicatrices que esperaba en la estación central, pero eso no era un sueño era algo hueco con lo que fantaseaba a veces
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𝐇𝐀𝐑𝐄𝐌; 𝒋𝒂𝒚 𝑩𝒐𝒕𝒕𝒐𝒎 [+18]
Fanfiction𝘛𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢𝘴, 𝘴𝘪𝘯 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳 𝘢 𝘥𝘶𝘥𝘢𝘴, 𝘴𝘰𝘯 𝘱𝘳𝘦𝘴𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘦𝘹𝘵𝘰𝘴 𝘪𝘮𝘱𝘳𝘦𝘥𝘦𝘤𝘪𝘣𝘭𝘦𝘴, 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘴𝘪ó𝘯 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘮𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘳𝘥𝘶𝘳𝘢, 𝘴𝘶𝘴 𝘷𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘺 �...