Capitulo 32

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- ¡Te dije que eran los dorados!- Gritó Louis golpeando el hombro de Niall.

- ¡Son la misma mierda Louis!- Chilló Niall acelerando a toda velocidad de la pequeña gasolinera.

- Niall, los Marlboro rojos son horribles.- Dijo Grace desde el asiento trasero.

- ¡Es exactamente lo mismo!- Gruñó.

- Los dorados son más ligeros.- Dijo Louis cruzándose de brazos.

- ¡Pues a la próxima bajas tu lindo trasero del automóvil y robas los malditos cigarros dorados!

Grace estalló en una carcajada.

- Niall sabemos tu amor por el trasero de Louis.. no lo tienes que mencionar cada vez que puedas.- Dijo la rubia con burla.

El irlandés le sacó el dedo mientras giraba en la calle del novio de su mejor amigo.

- No cuenta como robado si compraste una botella de agua y dejaste cien euros de propina.- Dijo Louis convenciéndose de qué tal vez no era tan malo lo que hacían.

Niall se estacionó con cuidado y volteó a ver a sus amigos.

- Bien, tenemos los cigarros, la leche con chocolate y la nueva colección de la mamá de Louis.- Hizo una pequeña pausa.- ¿Grace?

La chica revolvía todas las bolsas que estaban en la parte de atrás juntos a ella, asegurándose de que todo estuviera ahí.

- Correcto, no falta nada.

A Louis le temblaban las manos y pellizcaba el puente de su nariz con cuidado.

- Olvídenlo, regrésenme a casa. No lo haré.

Los rubios bufaron.

- ¿Estas loco? Tardamos mucho en planear esto, ahora baja del carro.- Dijo Niall.

- ¡No puedo! Es una terrible idea.- Se quejó el más pequeño encogiéndose en su lugar.

- Todo saldrá bien, si es un idiota recuerda que siempre podemos desaparecer cuerpos.- Dijo Grace con una sonrisa y apretando los hombros del castaño.

Después de unos minutos asegurándole que todo saldría bien, Louis acepto bajarse del carro con una pequeña bolsa blanca en la mano y un gran abrigo negro cubriéndose del frío con el que diciembre llegó.

...

Louis entró con la copia de la llave que Harry le había dado hace un par de semanas.

Estaba todo apagado y en silencio, por lo que supuso que el rizado estaba leyendo en su habitación.

- ¿Hazz?- Asomó su cabecita en la puerta blanca de la habitación de su novio.

Y conociéndolo como la palma de su mano, el ojiverde estaba recostado en la cabecera de la cama leyendo un libro al azar con una gran sudadera verde y sus ya conocidos pantalones de chándal a cuadros.

- Hey, no me dijiste que pasarías la noche aquí.- Dijo con una pequeña sonrisa y alzando sus largos brazos al aire pidiéndole al ojiazul que se acercara.

- El primo de Niall murió, estoy pasando el fin de semana con su familia.- Dijo con una pequeña sonrisa besando los labios del rizado.

- Oh pobre Niall me compadezco de él.

Y los dos se rieron, era muy gracioso inventar excusas sobre donde estaba Louis para sus padres, quienes se creían las historias más absurdas porque estaban todo el tiempo trabajando o de viaje.

- Te tengo una sorpresa.- Dijo Louis bajando de la cama y dirigiéndose a la puerta del cuarto.- Iré al baño, no tardo.

Con sus ágiles piecitos corrió al lujoso baño de su novio y se cambió de ropa en un par de minutos, otro par gastándolo en verse en el espejo y pellizcarse los labios para tornarlos carmesí.

Rockwell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora