Era una tarde de miércoles, me dirigía hacia la escuela, recuerdo que hacia mucho calor lo cual era muy tedioso, ya que, tenía que caminar unas 6 cuadras mas o menos, y eso significaba= sudor. Odiaba llegar traspirada a la escuela, pero, supongo que eso me pasa por nacer el la provincia más calurosa del país. Pero no importa, continuemos con la historia, mientras caminaba por la plazoleta, escuchaba las canciones de amor, con las cuales crecí. Ya saben, esas típicas músicas que nuestros padres nos hacían escuchar cuando éramos pequeños, bueno, esas son mis favoritas.
Siempre imagine y me pregunte que se sentiría vivir un amor de esos, como las que la canción me contaba, historias en donde, un hombre ama completa y absolutamente a su mujer, el amor de las cartas y los chocolates, las rosas y los detalles. Me parecían cosas tan preciosas.
Lamentablemente, tuve que poner en pausa mi música y sacarme mis auriculares porque ya estaba al frente de la escuela, un nuevo año escolar comenzaba, todo parecía igual al año anterior, o al menos, eso pensaba.
Subí las escaleras, salude al portero (muy buena persona), entre al salón y deje mi mochila, había llegado temprano así que, solamente podía esperar en silencio a que sonara la campana. Los minutos fueron trascurriendo y junto con ellos, mis compañeros fueron llegando. Continúe sentada hasta que por fin mi amiga llego, ella era Micaela, mi mejor amiga y compañera. Comenzamos a hablar del calor y como nos había ido el día anterior, y así por un tiempo breve hasta que, sonó la campana.
-¡A formar!- decían los profesores.
Uno tras otros formamos, iniciamos con los respectivos actos de bienvenida, cada maestro leyó unas palabras deseándonos un buen año, y por último compartieron un devocional, los profesores dieron algunas recomendaciones y luego, grado por grado fuimos ingresando a las aulas.
La primera clase paso, ya ni recuerdo de que fue, solo sé que quería ir al recreo y liberar mi mente antes de tener la siguiente clase; Historia, me gustaba mucho esa materia, solamente me daba un poco de miedo la profe, ya la había tenido años anteriores y era bastante estricta.
Mientras recorría el patio, otra vez pensaba en esos amores de novelas, las caricias y todas esas cosas, esto era muy común en mí, era una persona que creía en el amor con todo su corazón y que había crecido rodeada de esos melodramas. De alguna u otra manera, amaba todo lo que tuviera que ver con el mundo del Arte.
*Suena el timbre* Sonido que indicaba que todos debíamos regresar a las aulas.
Llegue hasta mi banco y decidí esperar de pie, para saludar a la profesora (siempre cuando un maestro ingresaba, debíamos levantarnos de nuestros asientos y saludarlos de pie). Para mi sorpresa, la primera persona que ingreso al aula fue nuestra preceptora, podía verla en primera persona, ya que, me sentaba en los bancos de adelante, como sea, la preceptora nos daba la noticia de que tendríamos una nueva profesora de Historia.
Yo escuchaba atenta sus palabras, siempre que ingresaba un nuevo profesor, me daba curiosidad saber como eran sus rasgos. En eso, la preceptora hace unas señas para que la suplente ingresara, y así fue, hacia su entrada unos fuertes tacones, yo solo esperaba que ya ingresara para poder sentarme, cuando finalmente llego hacia adelante, pude verla, una mujer de unos 27 años aproximadamente, piel blanca y de porcelana, labios rojos, una mirada cálida y una dulce sonrisa.
Me encontraba impresionada, jamás en la vida mis ojos habían visto tal maravilla. Esa mujer irradiaba una gracia, elegancia y belleza la cual, cautivaba cualquier corazón.
Estaba muy concentrada en su mirada.
-Ella será su nueva profesora, la señorita Alejandra Álvarez del Castillo- Dijo nuestra preceptora, mientras abandonaba el salón.
Se presento, pidió amablemente que tomáramos asiento y nos comento que ya empezábamos la clase. Yo estaba fascinada, amaba su estilo, su particular tono de voz y trataba de registrar en mi mente cada gesto que ejecutaba.
Recuerdo bien su clase. Nos había explicado con tanta belleza y pasión, ella amaba lo que hacía, era feliz, se veía tan perfecta y lo más increíble, simplemente estaba siendo ella misma.
Definitivamente, esto era un nuevo comienzo.
-Esta es una historia bastante cortita, pero, llena de hermosos momentos. Espero les guste, iré actualizando-
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Mi historia de amor.
RomanceHistoria cortita, con momentos hermosos. Espero les guste y la disfruten.