•| Caida

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                       Rod

Habia pasado ya un semana desde la boda la boda de Agusto. Hoy estaba en mi consultorio esperando a que el tiempo pasará rápidamente, hoy iría con Dome a patinar después de que saliera de clases.

Hoy era su último día y teníamos que celebrarlo. Así que yo pediría vacaciones y la llevaría a la playa o a otro lugar, pero quiero que este por más tiempo conmigo.

Solo me faltaba una consulta, después Dome vendría y de aquí nos iríamos a la pista.

Tocaron la puerta y yo solo conteste con un simple “pase”

En cuando ví quien era mi siguiente pasiente no pude evitar asquearme. Pero creo que ella no lo noto.

Era Carol. Odiaba cuando ella venía, siempre se me insinuaba.
Siempre quería tener sexo pero siempre me he negado. Ella  enserio era una zorra, de milagro no se le a pegado una enfermedad de transmisión sexual.

Carol: Rodcito, mi amor cuanto tiempo. -otra vez con lo mismo.

Rod: Buenas tardes Carol. -tenía que ser educada pero solo por mi trabajo. -En que puedo ayudarte?.

Carol: Es que necesito que me revises creo que tengo una infección. -siempre es el mismo cuento y al final no tiene nada.

Rod:Carol, esta es la quinta vez que vienés a que te revise por tu supuesta “infección”.-dije enojado.

Carol:Pero esta vez creo que si tengo algo. -dijo fingiendo con cara de tristeza.

Rod: Mira. -comencé a buscar una cajita con un medicamento para las infecciones. - este medicamento es en pomada y nada más te lo tienes que poner 3 veces a la semana y se irá la infección. - dije viéndola a los ojos.
Carol:  Oh, pero creo que me ibas a revisar. -dijo con un poco de esperanza.

Rod: Pero no lo haré, ya te revise hace poco tiempo y con eso es suficiente. -dijo firme

Carol: Esta bien... Pero lo que si puedes hacer es.. -se paro de la silla y camino lentamente hasta mi. - enseñarme comí poner la pomada. -puso aa una de sus piernas a los costados de mis caderas, sentándose en mi.

Rod: No, bajate ya. -me estaba enojando pero jamas le haría daño a una mujer por más zorra que sea.

Carol: Vamos Rod, yo se que me deseas. -se acercó a mi oreja y me susurro. -porqué no vamos a mi casa y pasamos un buen rato?

Rod: Te he dicho que no. -la empuje levemente haciendo que separara y yo igual me parece. - Vete de aquí Carol, no me obligues a que me vaya yo.

Camine hacia la puerta pero ella me detuvo y me tomó de la nuca, para después besarme, no le segui el beso.

Justo en ese momento abrieron la puerta de mi consultorio, me separe de Carol. Volteen ver quien había abierto la puerta y abri los ojos como platos.

Era Dome, quien me miraba fijamente, esta triste, pude notarlo. Salió corriendo justo antes de que las lágrimas acumuladas en sus ojos salieran a flote. Iba a correr tras ella pero Carol me tomó de la mano.

Carol: Deja que la niñita se vaya, cielo. -yo estaba tan desesperado porque tenía que buscarla y explicarle.

Rod: No, Maldita sea, ¡Largate de aquí Carol y no vuelvas!. -le grite y salí corriendo para alcanzar a Dome pero cuando llegue a la calla no había rastro de ella. Así que mejor decidí buscarla en su casa y me subi a mi carro. Llegue a su casa literalmente con mi corazón en la mano. Me estacione mal.

Me baje y toque su puerta. No estaba su mamá  me había dicho que se había ido hace como 20 minutos. Jamás abrió.

Resignado me fui a mi casa para empacar mi maleta porque Fer y Agusto estaban en su luna de miel, yo me ofreci a cuidarles la casa.

Me dirigi a la casa de mi amigo y con las llaves que tenía entre. Ya era de noche, mañana buscaría a Dome para explicarle lo que ocurrió.

Decidí subir y dormirme, no tenía hambre estaba muy mal.

Pero cuando iba subiendo las escaleras escuche un ruido en la cocina y camine lentamente  hacia allí.

En cuando entre quede completamente asombrado.
























MI GINECÓLOGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora