◈ ⸙ Simona ⸙ ◈ ★彡 Kookmin 彡★ (editando)

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Sra. Cordier: hola?

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Pov Jungkook:

       De verdad la había pasado muy bien con aquel rubio, tanto que al llegar a su habitación tomo un papel y con tinta escribo una pequeña carta, la dejo en recepción y ordenó que se la llevarán a la habitación de Mademoiselle Cordier, especialmente para Park Jimin.

       Subió nuevamente a su habitación con una sonrisa adornando sus finos labios.

Pov Jimin:

        Jungkook~

         El Rubio quedó perdido en lo apuesto y atento que era aquel castaño.

        Un suspiro salió de los labios gruesos de aquel acompañante, a punto de acercarse a Cordier, quien se encontraba quejándose de dolor, pero unos golpecitos en la puerta hizo que se detuviera y se dara vuelta en sus talones para luego abrir la puerta y encontrarse con uno de los encargados de la recepción.

-Una nota de la recepción.

–Merci. La señora está indispuesta. Se la llevaré.

-Es para usted.

–oh... Merci.

         Y con una cara confundida se dió la vuelta y cerró la puerta mientras miraba de reojo la carta.

Esto es algo raro... Nunca llegan cartas para mí...

          Abrió la carta y la leyó tan rápido como pudo, Cordier hablo de nuevo junto con un pequeño quejido.

Sra. Cordier: ¿Qué quieren?

           Lastimosamente el rubio no llegó a leer bien, escondió la carta y pasó por frente la habitación de aquella enferma pelirroja.

–a-a-amm

           Vió a carta y la abrió rápidamente escondido detrás de las cortinas.

–Eran de la recepción, querían...

"Venga a dar un paseo."

Que?! P-por que?... La carta... Quien escribió esto?

–querían saber cómo se sentía...

            Mintió fácilmente. No había dudas que esa carta la escribió Jeon, las letras eran tan lindas y Delicadas...

           La carta se volvió a guardar en el bolsillo de Jimin.

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         Jimin no tardó nada, a los pocos minutos de leer la carta ya se encontraba abajo, vestido con ese gran abrigo azul, sus lentes y una pequeña boina negra.

        Se encontró con Jungkook, esperándolo fuera de un auto, que al parecer era suyo.

        Sin hacerlo esperar más, bajó las escaleras y camino hasta el, soltaron una pequeña risita al verse.