prólogo

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Siendo sinceros entre nosotros, hasta el más ciego podría detectar cuando dos personas simplemente no se aman. Como era mi caso.

Jai había decidido irse a otra ciudad para concentrar su mente en otras actividades, por lo cual, se iba y me dejaba. Justo antes de que se subiera al taxi que lo llevaría al aeropuerto, tomé su mano.

ㅡJai, no te vayas, podemos arreglarlo, ¡lo prometo!

Sin embargo, él no me escuchó.

A menudo solían decirme que solo era un capricho mío, pero realmente ¿un capricho me hacía sufrir así? Realmente lo quería. Y era doloroso, siempre dolía.

Ya han pasado 6 años desde que se fue, y siendo sincero, no he podido olvidarlo.

El debate dentro mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora