¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Otro día más en aquella escuela, cierta chica de cabellera crema con puntas de color menta se encontraba en el tercer piso para irse a visitar al espectro que estaba esperándola.
Llegó a su destino, aquel baño donde se encontraba para limpiarlo como lo hacía siempre.
— Yashiro~ –lamando la atención de la jóven que voltea, se notaba que estaba desanimada–
— Oh.. hola Hanako-kun –saludó al fantasma para después seguir a lo iba hacer, el joven solo la siguió mirando como traía las cosas de limpieza–
— Yashiro ¿pasa algo? –preguntó, ella solo se detuvo y nego con la cabeza. Efectivamente le pasaba algo–
— Hanako-kun –llamo la atención del fantasma– ¿tu crees que soy bonita? –preguntó la jóven al voltear a verlo–
— Así que era eso –dio un leve suspiro– ¿por qué siempre dudas eso? –no recibió ninguna respuesta, ella esperaba una respuesta, no una pregunta– claro que eres bonita, nunca lo dudes
— Es que... –aquel fantasma la seguía mirando, realmente era hermosa para el pero ella no se sentía así– es que Aoi es más bonita, es muy popular con los chicos y... –sintió los brazos de aquel espectro–
— Yashiro nunca dudes que eres hermosa –acariciando aquella mejilla de la chica– ¿porque te comparas con ella o con las demás chicas?... Tu tienes algo que ellas no tienen –dandole pat pat en la cabeza–
Eso fue lo último que se dijeron antes, que pasará ciertas cosas pero por fin pondría realizar algo de lo que debió hacer mucho tiempo.
Hacer que ella alargara más su tiempo de vida, no importaba como el va a cumplir su deseo.
El lo haría porque la amaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No habia dicho nada durante el tiempo, la frontera posiblemente iba colapsar y muchos espectros subían a los vagones para huir. Que incómodo era estar con la amiga de ella en el último tren, la que se utilizaría cómo opción para que ella viviera.
Realmente le fue difícil persuadir al de clan Minamoto y el primer misterio.
El mismo la había invitado a sentarse, en unos minutos la pelimorada había pedido si la podía escuchar y el acepto, empezando hablar sobre su vida amorosa.
