Pasaron tres días del nacimiento, Argentina y los mellizos aún se encontraban en el hospital, su medico dijo que cinco días serían lo mejor para recuperarse lo suficiente antes de darle el alta y poder volver a su hogar con sus retoños. USA permaneció a su lado todo el tiempo, pasando las noches en el hospital, durmiendo en una segunda camilla que Argentina tuvo que pedir para él. El tricolor centro toda su atención en su marido e hijos, cuidándolos al mas mínimo detalle, exagerando algunas veces. Argentina se lo dejaba pasar un poco, aún demasiado feliz con los mellizos como para discutir con su pareja por pequeñas tonterías.
No recibieron más visitas, ambos prefiriendo disfrutar de la tranquilidad y paz de esos cinco días, pasar ese tiempo entre ellos y sus pequeños antes de que la calma se convirtiera en llantos y constantes cuidados para los pequeños.
Eran casi las cinco, ambos infantes estando arropados y dormidos en sus cuneros, acabados de comer. Argentina se irguió en la camilla, estirándose un poco antes de intentar levantarse de esta. Y digo intentar, porque su esposo al instante que lo vio amagar se le acerco queriendo ayudarlo.
—amor, estoy bien, puedo levantarme solo ya—rio, apartando las manos del mayor. USA hizo una mueca.
—but you are still recovering, let me help you Argie(pero aún te estas recuperando, dejame ayudarte Argie)
—estoy bien, en serio, ya no me duele tanto y quiero moverme un poco, no me va pasar nada—repitió, observando los ojos de su marido que lo miraban con preocupación, inseguro de dejarlo. Argentina suspiro y le sujeto las manos—gordi, entiendo que te preocupes.. pero te estas pasando de paranoico, y creo que lo sabes—el mayor aparto la mirada, sonrojándose. Arge sonrió, jalando suavemente sus manos, acercándolo más a él hasta que sintió lo rodeaba con sus brazos de la cintura—oow mi amorcito~ todo va a estar bien, te prometo que solo voy a estar parado un rato y vuelvo a recostarme, okey?—le propuso, dejando besitos en su mejilla y cuello.
La potencia sonrió, afianzando el abrazo, escondiendo su rostro en el cuello del menor, recibiendo los mimos y besitos de este con gusto—okey... just be careful(bien... solo ten cuidado)—murmuro antes de soltarlo despacio, apartándose. Argentina sonrió y se levanto, suspirando al poder dar algunos pasos, sus piernas sintiéndose acalambradas de las horas acostado, se había levantado en otras ocasiones, pero USA mayormente lo mantenía acostado, priorizando su reposo y descanso ante todo.
—ya se me estaba aplastando el culo—el anglosajón río, siguiéndolo con su mirada, manteniéndose al margen pero atento por si necesitaba de su ayuda. Argentina deambulo por la habitación un poco, dando pasos lentos, casi arrastrando sus pies, observando por mientras la decoración del cuarto. Se detuvo finalmente delante de la ventana por donde entraban algunos rayos de sol. El sureño cerro sus ojos, apoyándose contra el marco, suspirando ante el calorcito de los rayos sobre su rostro.
Soltó una risa suave y giró sobre su hombro al sentir la presencia de su marido detrás suyo. USA le sonrió, inclinándose para dejar un beso en su mejilla pero este tenia otros planes, volteándose y sujetando dulcemente el rostro del mayor entre sus manos, acercándolo a sus labios. El tricolor correspondiendo al suave roce de sus labios, sujetando la cintura de su pareja con extremo cuidado.
—no soy de cristal amor—rio ante la delicadeza de su tacto.
—i know... but i'm still going to treat you like porcelain, at least a few more days(lo se... pero todavía voy a tratare como porcelana, al menos unos días más)—beso su nariz haciéndolo reír.
La atención de ambos se dirigió a los cuneros cuando escucharon a uno de los bebés estornudar. USA se acerco al notar que su hija se removía inquieta—tranqui—Argentina lo siguió, abrazándolo por la espalda—están bien... solo están soñando—USA se inclino acomodando a la infante boca abajo, volviendo a arroparla, notando como esta se relajaba y continuaba durmiendo.
