SEMPITERNO [B.Hargrove]

III

"Halloween Part 2"

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Todo el mundo observaba en silencio como la pareja discutía; pero en cuanto los dos desaparecieron escaleras arriba fue como si nada hubiera pasado.

Abriéndome paso entre los adolescentes de Hawkins subí a la segunda planta. Una vez arriba comencé a buscar en todas las habitaciones, aunque sin éxito. Cuando me quedaban solo dos cuartos por revisar, alguien chocó conmigo haciendo que perdiera el equilibrio por unos segundo.

- ¡Oye! ¿Es qué no miras por donde vas o que? - no esperaba que quien me había empujado fuera un Steve completamente destrozado - Santo Dios Steve, perdona. ¿Qué ha pasado? - cuestioné con tacto al ver su estado.

- Me ha echado en cara la muerte de Bárbara. Y por si eso te parecía poco, no se ha cortado al admitir que soy un falso, un mentiroso y que nuestra relación es una mentira. Una farsa.

Mientras hablaba pude notar como le temblaban las manos y como hacía su mayor esfuerzo por no llorar. Me partía verle así.

- Cuanto lo siento - sabiendo que lo necesitaba, le abracé fuertemente permitiendo que descansara su cabeza con la mía - Está borracha, y se dicen muchas tonterías estando así. Ya verás como mañana todo se soluciona.

Mis intentos de ánimos no causaron mucho efecto ya que en cuanto se incorporó volvió a ponerse serio - Bueno, no estés tan segura - suspiró fuertemente - Voy abajo, necesito aire.

Asentí en respuesta y me acerqué al baño del que había salido el chico para cuidar de mi melliza. Aunque comprendí que no la hacía mucha falta mi ayuda cuando entré y la encontré siendo abrazada por el mayor de los Byers.

Confundida por todo lo que había pasado esa noche, decidí volver a buscar a Steve. No tenía muchas ganas de seguir en esa fiesta.

- Se ha marchado - giré la cabeza encontrándome a Tina, bebiendo despreocupada de su vaso.

- ¿Cómo?

- Si estás buscando a Steve, siento decirte que se ha largado. Iba bastante cabreado. Y no le culpo, menudo espectáculo ha montado tu hermanita - se podía apreciar claramente la maldad de sus intenciones.

- Gracias por avisarme Tina, pero la próxima vez que hables mal de mi hermana, a lo mejor la sangre de mi vestido no es falsa - sonreí como una niña pequeña provocando que abriera los ojos y se marchara asustada.

Al ver que mi chófer se había largado pensé en avisar a Jonathan para que me esperaran, pero me llevé una amarga sorpresa al descubrir que también se habían largado.

Resignada, salí a la calle y tomé asiento en el mismo lugar de antes para repasar mis opciones. Mi casa estaba bastante lejos, y no me apetecía caminar sola a las 2 de la madrugada la noche más terrorífica del año. Opción descartada.