Talvez No Fue Casualidad

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*28 de septiembre*

Louis caminaba hacia su apartamento, después de su día de trabajo.
No le agradaba mucho su trabajo, se pasaba el día rodeado de niños llorando al no poder conseguir el juguete que querian. Padres gritando a sus hijos, y se pasaba la mayoría del tiempo, barriendo o limpiando los pasillos de la tienda. En general es el trabajo más aburrido que Louis había tenido. Pero no se podía permitir no trabajar, no tenía casi dinero, y dependía en cierto modo de su mejor amigo Niall.

Al morir su familia, a Louis le correspondió todos sus objetos de valor...
Pero el dinero y la casa se los quitaron, cosa que Louis intento evitar, por lo menos para poder vivir, pero al ser menor de edad y no saber el paradero ni poder contactar con su padre biológico, no podía hacerse cargo de la casa ya que no podía trabajar.

Louis llevaba caminando 10 minutos.
Aquel día había recibido su paga por lo tanto, tendría que llevárle la mitad a Niall.
Niall había  insistido en que no le pagará. Pero Louis no se sentía cómodo viviendo gratis, por lo tanto llegaron a un acuerdo de repartirse lo a la mitad.

Antes de cruzar la última esquina de la calle de su apartamento, Louis vio un puesto de perritos calientes, y todo tipo de comida rápida. Llevaba sin comer desde la mañana, y tenía el dinero suficiente aquel día. Por lo que decidió comprar la cena para el y Niall en aquel lugar.
Se percató de que había una gran cantidad de personas esperando, lo que no le hizo mucha gracia.
Estuvo esperando  al menos 20 minutos, hasta que porfin llegó su turno.
Pidió dos perritos calientes dobles.
Una bolsa de patatas fritas, y dos refrescos.

Estuvo esperando 5 minutos  hasta que una ancianita muy amable le dio su pedido y su cambio.

Louis se dio la vuelta para seguir su camino , ahora cargado de comida.
Cuando cayó al suelo aplastando parte de su comida, se maldijo a si mismo . Y a quien le hubiese hecho caer. Ya que había malgastado parte de su dinero en aquella comida, no lo  recuperaría. Y eso le dolía, ya que no tenía suficiente para reponer la comida.
Se levanto dispuesto a reprochar su dinero al maleducado que hubiese chocado con el, cuando vio el rostro de aquella persona.
Se quedó callado, no podía gritarle a aquella persona. No sabía quien era y mucho menos su nombre.
Pero una sensación extraña llegó a su cuerpo.
Su corazón empezó a latir con rapidez, estaba más nervioso de lo normal, tenía la cara como un tomate, y le sudaban las manos, no sabía que le estaba provocando eso ni porque. Nunca se había sentido así, pero a parte de aquel nerviosismo y estrés.
Había calma, se sentía seguro y protegido. Como si estubiera completo.
Era muy extraño para Louis llevaba casi 2 años en depresión, siempre solo y sin ningún tipo de emoción, pero hay estaba el enfrente de un chico alto, delgado, el pelo lleno de rizos y los ojos más bonitos que Louis había visto jamás.

Le miro a los ojos y hay estaba de nuevo esa calma, como si por un segundo aquella depresión se hubiera esfumado .
Aquellos profundos ojos verdes eran la mejor sensación que Louis había tenido jamás .

-Perdón, no fue mi intención.
El chico tenía la voz ronca, y profunda, cosa que era extraño , pues no aparentaba gran cantidad de años.

Louis estaba callado no sabía que responder, se había quedado pillado y sabía que las palabras no le saldrían tan fácil como de costumbre.

- N-no pasa nada.

Fue lo único que pudo articular.
Se sentía avergonzado, no había sido su culpa, pero se sentí peor que nunca por esa persona.

Quiso darse la vuelta y hechar a correr, pero justo cuando recogía su comida del suelo y se disponía a marcharse, el ojo verde habló

- Te re pondré la comida, solo dime que fue lo que pediste.