↳˳⸙;; ❝ [ Capítulo 14 ] ᵕ̈ ೫˚∗:

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—¡Felicidades, por fin acabamos! —celebraron ambos adolescentes chocando los cinco, como todas las veces anteriores donde hicieron lo mismo—. Gracias por tu arduo trabajo.

—Gracias por todo, Mitsuya —agradeció la chica sonriendo, volviéndose a sentar—. Todo salió bien gracias a ti.

—Tuve buena ayuda —alagó pasando su brazo por los hombros de la chica, mientras le sonreía con complicidad. Ambos rieron y se separaron, tratando de no cruzar miradas—. Voy a entregar todo, ya vengo.

Asintió lentamente y cuando escuchó la puerta cerrase, se empezó a retorcer con vergüenza en la silla, lamentándose por alguna razón.

¿Ahora? Ahora ambos eran unos estúpidos tortolos enamorados, que no se atrevían a dar el siguiente paso.

Si bien ambos sabían que había algo entre ellos, ninguno se animaba a confesarse al otro.

¿Razón? Muchas.

Mitsuya no quería presionarla a estar en una relación después de haber salido de una en la que sufrió tanto por tantos años, y, que posiblemente haya dejado consecuencias a largo plazo.

Mientras que ella se sentía insegura de sí misma, si bien sabía que Mitsuya no la juzgaría o cosas así, no podía sentirse insegura de su persona y su forma de ser o expresarse.

En resumen, una pareja de enamorados estúpidamente tiernos.

Se llevó una mano a su pecho, suspirando con alivio; pudo dejar los trajes sin intercambiar muchas palabras con los integrantes del club de teatro. Eso ya era ganancia.

Su teléfono vibró y lo tomó, haciendo una mueca de nervios cuando vio los correos de todos sus amigos. Mensajes como: "Vamos", "Tú puedes", "Eres mi ídolo, Mitsuya", "Invítala a comer Yakisoba después", "No la invites a comer Yakisoba".

Todo normal.



¿Disculpa? —repitió Mitsuya mirando a sus amigos—, ¿Una cita? No, eso es imposible.

—A las chicas les gustan las citas —se defendió Baji, golpeándolo con una almohada—. No seas cobarde.

—Se nota desde lejos que ambos se quieren —habló Angry, mirando a Mitsuya—. Creo que deberías invitarla a salir.

—¿Verdad que sí? Chifuyu, ahora.

Ambos se pararon y se aclararon la garganta, poniéndose en una pose dramática.

—Quiero hacerte feliz, Mitsuya —. Pidió Chifuyu, agudizando su voz.

—Claro que sí. Yo te protegeré.

Pasó su brazo a través de su cintura y lo apegó a él, dándose un abrazo, terminando su dramatización.

Todos aplaudieron con burla, y miraron a Mitsuya que solo tenía una mano en su frente, preguntándose ¿Por qué él?

—¿Qué están haciendo? —. Preguntó Emma, mirando todo desde el umbral de la puerta, con una expresión plana.

—Reforzando amistad, ¿Algún problema?

—Entiendo... fingiré que nunca vi esto.

Volvió a cerrar la puerta lentamente, y sus pasos se empezaron a escuchar cada vez más lejos. Se encogieron de hombros, volviéndose a Mitsuya, que estaba con el celular.

—Gracias por invitarme a tu casa la otra vez, realmente me divertí. Espero se pueda repetir —leyó por encima de su hombro Baji, alarmando a todos—. Mitsuya... no me digas que ya te adelantaste tanto...

Club || Mitsuya Takashi × Reader ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora