Tengo un gardin verde y vivo, lleno de rosas y peonias, insipidas en comparación con mi lirio, uno solo de todo un arbusto, a veces siento que no me ama más, que le causó repudio, lo siento distante, lejos de mi, como si con cada respiro mio el estuviera aún más lejos, a veces lo toco, tratando de recordarle a mi mente y a mi corazón que está aquí al lado mío, tal vez porque el segundo está dentro de mi pecho lo percibe distante, tal vez la primera llena de tanto que preocuparse y ocuparse lo ve lejos aún teniéndolo al lado y yo, que lo amo tanto pienso que lo pierdo, me culpo, me entristezco y trato de decirle con el vaivén de mis dedos sobre sus tayos, "te extrañe", porque cuando mis labios lo cantan, parece que no lo entona con dulzura suficiente para que lo entienda, para que perciba que no solo extraño su contacto, extraño sentir que todo mi afecto es bienvenido, que para él significan todos mis gestos algo más allá que simples acciones, que entienda que hace muchos ayeres me llene de vanidad, tanta que hasta el, no era capaz de pensar, sentir, o amar a nadie más que a mi, pero que voy a saber de eso ya, si cuando veo algo que es de su gusto particular lo visualizo disfrutando, y la risa que admiro es señal suficiente para llevarlo así sea día y noche a cuestas, para dejarlo en sus manos y pensar, si pudiera darle todo lo que le da ese gozo. Mi lirio que es el mejor en un campo lleno de vida, pero que se agobia con el calor y se ofusca con el bochorno, que agravia a la brisa que perturba su sueño y guarda en el pecho una caja de misterios que nunca me aburro de abrir, me harían falta vidas para que eso ocurriera. Amo a mi lirio, a veces me pregunto, ¿Lo estaré cuidando bien?, ¿sabrá él que si mi aliento fuera vida, se lo daría todo?. ¿Me creerá si le digo que siento que por más agua que le hecho se me marchita en las manos?, ¿Le recordaré que cuando sienta que no lo han amado correctamente, estas manos aun con ese amor lleno de errores lo aman con locura?. Amo sus ojos, ellos si me hablan todo el tiempo, aunque lo hacen tanto que deja a sus labios sin palabras, tal vez debería de mirarlo menos y permitirle a su voz salir, aunque ¿Él notara que quiero escucharlo todo el día?, ¿Qué rememoro cada palabra suya?, ¿Qué guardo en mi repisa cada disco con su voz?.
Se acerca el invierno, mi jardín esta gris y sin vida, solo mi lirio, que sobrevive a las lluvias y granizo permanece erguido en mi jardín seco, aunque cuando voy con agua en mis manos no se mueve ni me mira, creo que se canso de mi parloteo, se que hable por mucho tiempo mi lirio, permíteme escucharte, expláyate tanto como puedas, abarca cada parte de tu vida, desde que eras una semilla hasta tu primer tallo, y se lento, que quiero sentarme y escucharte de aquí a primavera, dime que se sintió, dime todo, incluso dime si no quieres decirme nada ¿Quieres mi lirio?, ¿No te hostigo ya con este deseo luego de pedirte tanto?, El jardinero dice que eres extraño, tienes un arbusto muy grande y un solo tallo en el, el frio no te hiela y no soportas el sol, mi lirio ya le explique que eres único en tu especie, que como tu solo hay unos cuantos en otros jardines y a veces ni los hay, y si es el caso, son de otro color, tamaño, manías y gustos, pero que como tu, ninguno. Me dijo que su hija tiene uno en una maceta, pero que está lleno de plagas y lo desechará porque la han enfermado, pobre de ella.
Mi lirio, espero que al volver del invierno, en un tiempo más cálido podamos vernos de nuevo, porque no solo amo tus ojos, tu risa y tu olor, amo que te quejes del sol, amo tu peculiar humor, amo tus gestos de disgusto tanto como los de gozo y lo especial de tu espíritu, amo que quieras ir con el viento y ver cada rincón que él recorre, amo tu deseo por ser grande, yo estaré allí cuando me necesites y si por tus sueños sacas la raíz de la tierra, por amor a ti te ayudare a sacarlas, iré por pala y guantes, y si el abono que use antes no te gusto, discúlpame y despreocúpate, ya encontré el mejor, es casero y lo perfeccionare con los años. Y si mi lirio no se quiere quedar, entonces te voy a recordar, antes de irte te enteraras que a donde quiera que pises, se tierra, agua o mar, debes enviarme una postal y recordar con regularidad que en mi sillita la esperare con la certeza de saber que lejos, rápido y con ferocidad mi lirio siempre está rodeado de felicidad.
Discúlpame mi preciado lirio, se que no me has dicho si marchitaras, si en este invierno ya no volverás, no malinterpretes mis palabras, no quiero que esto sea una despedida, pero a veces temo que no podamos tener ninguna, porque como ya se dio a notar, siento todo todo el tiempo, como si mi corazón fuera de cristal, solo te quería recordar que en mi memoria permanecerás y que te amo, te amo con inmensidad.
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Una vez hace algunas vidas
Teen FictionLa peculiaridad de la vida y como nos olvidamos de lo importante y dolorosa que puede ser vivirla.