Capítulo Primero

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Hush, hush, hush,
Blush, blush, blush,
You are now my big fat crush.

Izuku caminaba distraídamente por las calles del centro, prestando más atención a las tiendas nuevas que a su amiga que hablaba de manera insistente a través de su teléfono

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Izuku caminaba distraídamente por las calles del centro, prestando más atención a las tiendas nuevas que a su amiga que hablaba de manera insistente a través de su teléfono.

- Izuku ¿en serio terminaste con tu novio?

De pronto el peliverde sintió que su caminata era aún más estresante que tener que quedarse en casa.

- Dejó de gustarme, es lo normal ¿no? - intentó excusarse- si me quedara a su lado a pesar de no sentir nada podrías reclamarme y no te lo impediría. Creo que hice lo mejor, yo...

- No es el punto Izuku- se obligó a dejar de caminar cuando oyó el tono tajante de quien sería su mejor amiga- Es el cuarto en éste año.

- ¿El cuarto? Vaya, el año pasa muy rápido ¿no?

- Izuku, el año empezó hace tres meses.

Está bien.

Midoriya tenía un problema.

No es como que no lo supiera, sólo que le gustaba ignorarlo.

Se enamoraba y des-enamoraba de las personas con mucha rapidez y facilidad.

Más que enamorarse, le atraían las personas, por su físico, su voz, sus acciones, su forma de pensar...

Izuku encontraba atractivas a muchas personas y realmente no le importaba el género de las mismas, si eran mujeres o varones si eran mayores que él o menores.

Claro, nunca se excedía, nunca había salido con alguien menor de edad ni con alguien que tuviera más de treinta años.

Estaba en sus veinte y la cantidad de personas con las que había salido era tan inmensa como estrellas en el cielo.

El primer problema es que todos caían muy fácil y una vez dentro de la relación se convertían en una versión aburrida de ellos mismos.

Izuku odiaba cómo la gente cambiaba al enamorarse de alguien, porque entonces dependían completamente de ésa persona. Si ésa persona estaba feliz, te sentías feliz. Pero ¿y si estaba triste? Entonces te hundías en melancolía. Era demasiada presión tener que ser feliz todo el tiempo para que la otra persona también lo fuera.

El segundo problema es que todos eran cómo personajes planos mal desarrollados dentro de alguna comedia romántica mal escrita y planificada.

Le atrajo Kirishima por su físico, un chico pelirrojo y muy atractivo. Pero al final del día era sólo músculo con patas.

Tenía alarmas dos veces para ir al gimnasio, consumía más proteínas encapsuladas y en polvo que comida real y, lo que Izuku consideraba peor, le juzgaba silenciosamente cada que disfrutaba de una comida poco saludable, o sea, cada que comía.

Le atrajo Bakugo por su manera tan salvaje y directa de ser, pero cuando estuvieron en una relación, notó que Bakugo no era interesante, era sólo la más pura y transparente rabia tomando forma de una persona.

No comunicaba sus sentimientos adecuadamente y sus palabras afectivas estaban llenas de insultos, se ponía celoso con facilidad y era muy poco delicado en todo.

Después estaba Shinso, que llamó la atención de Izuku por su forma de pensar -también era atractivo, pero fue sólo un bonus- pero era pretencioso. Pretencioso hasta la médula.

"No, yo sólo escucho rock, los otros géneros no son música, son basura"

"Izuku no deberías leer ésa basura, no son libros reales. Lee algo de algún autor real, obras clásicas"

En algún punto Midoriya empezó a aborrecerle. No pudo evitarlo, le terminó.

Había tenido novios muy inocentes, que se sonrojaban ante la más mínima mención del sexo. Así que su siguiente elección fue un novio un poco más atrevido, que no paraba de hacerle insinuaciones sexuales a cada momento y que en la noche no le dejaba dormir ni un poco.

Izuku había ido de extremo a extremo y pese a ello no había flaqueado en su decisión de siempre ir a por más.

No se sentía solo si estaba fuera de una relación, tampoco se sentía completo estando en una. Simplemente le gustaba experimentar.

Después de todo el príncipe no había encontrado a la princesa hasta después de hacer que todos los pies de pueblo probaran el zapato.

- No sé si es mi culpa Ochako- Izuku lo dijo casi a modo de broma.

En verdad deseo que no sea mi culpa.

Estaba a punto de ponerse a pensar en  cosas tristes que le recordaran cómo había puesto esfuerzo en sus relaciones y terminado igual de desencantado que en la anterior cuando algo pasó por el rabillo de su ojo.

Una belleza exótica caminaba por la calle atrayendo miradas a su paso.

- Ochako, debo colgar- escuchó las quejas de su amiga por el teléfono pero simplemente respondió- es que creo que acabo de encontrar al próximo amor de mi vida.

Y vaya que sí.

Era alto. Sus brazos se veían fuertes bajo esas mangas cortas y su gesto era de desentendimiento mientras caminaba.

Era Shoto. Pero Izuku no lo sabía.

Holiboli! Aquí estoy otra vez JAJAJAJ

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Holiboli! Aquí estoy otra vez JAJAJAJ. -en muy poco tiempo le hago un marcador a ésta historia, juradito-

Ésta historia es distinta.

Es muy ligera y muy corta -probablemente no más de 10 capítulos- así que la publicaré más seguido que al resto probablemente.

Por favor que éso no les detenga de seguir votando por los capítulos. Me animan demasiado sus votos y comentarios. Les tkm.

Crush || TODODEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora