Capitulo 9

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Natalia.

14 de diciembre de 2015.

Son las 10:30 AM, estoy jugando con mi primo en la consola. Abuela lleva rato diciendo que me meta banar que llegaremos tarde a ver a mi abuelo pero para mi aun es temprano las visitas empiezan a las 1:00 PM. Ella dice que no importa que necesito meterme a bañar y vestir. Ella desaparece en su cuarto, ya falta poco para ganarle a mi primo cuando escucho un grito, viene del cuarto de abuela. Mi corazon esta latiendo muy rápido, mi mente ya se imagina que está pasando. Mi primo grita de emoción porque ganó pero en estos momento no me importa el juego solo quiero saber si mis sospechas son falsas. Me dirijo a su habitación y cuando estoy apunto de abrir la puerta mi tío sale de ella, tiene los ojos llorosos, nunca antes lo había visto llorar. Me mira como si lo que me fuera a decir me destruiría en mil pedazos.

-Natalia, tienes que ser fuerte- su voz es débil.- tu abuelo ahora nos cuidara desde el cielo.

Esas simples palabras acaban de hacer que mi corazón deje de latir, siento que no puedo respirar, acabo de entrar en un estado de shock.

Esto no puede estar pasando, mi abuelo no puede estar muerto. El me prometió que saldría del hospital, que ganaría la batalla contra el cáncer, que iba verme graduarme,que iba a bailar vals  conmigo en mis quinceañero. La luz de mis ojos ya no estará en este mundo nunca más, ya no lo escucharé decirme flaca o nena de abuelo, ya no veré sus bellos ojos que me daban paz.

Mi tío está diciendo algo pero no lo oigo en este momento me siento muerta en vida. Mi cuerpo no responde y siento cómo se desploma y de pronto solo hay oscuridad.

Presente.

Estoy sentada frente al mar, este lugar me da tranquilidad y me hace recordar a mi abuelo. Pronto se cumplirán 6 años desde que no está y aún sigue doliendo como si fuera ayer de aquel grito que me destrozó la vida.

Anoche sone ese momento y se sintió tan real, me levanté llenas de lágrimas y sentía como mi corazón se volvió a destrozar, ese dia perdi una parte de mi corazón. Ese dia me marco horriblemente, no comía, no hablaba, no quería que nadie se acercara, desde ese día cerré mi corazón creando muros para que nadie se infiltre en él y nunca me vuelvan a lastimar. Las personas piensan que soy fría pero solo me protejo para no volver a tocar fondo.

Han pasado dos semanas desde que Alexander y yo hemos hablado, por eso estoy aquí buscando tranquilidad para dejar de pensar que soy una mierda. Estos días Jayson ha tratado de hablar conmigo pero solo lo ignoro y Alexander ni me mira.

Ya está haciendo tarde, lo mejor sería irme a casa.

                                 ****

Al entrar a casa alguien me coge por la espalda y me tapa la boca, mis señales de peligro se encienden rápido y lo único que trato es de escapar, pataleo y me muevo hasta que mi último remedio es morderlo.

-Me cago en ti- esa voz la conozco- Nani no podías esperar un poco más hasta que te soltara, solo quería darte un susto.

Enciendo la luz y lo que veo es al patán de mi primo.

-John, ¿que carajo haces aquí?- lo miro mal- sabes que esas no son manera de asustarme sabes como me aterra.

-Lo siento primita no era mi intención.

-Ven aca idiota- le doy un abrazo- ¿Que haces aqui? no supone que estuvieras en Nueva York.

-Papá quiso que pasara una temporada con él, dijo que alguien tiene que ponerte un paro y quien mejor que tu primo favorito.

Mis peores pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora