Advertencia: Mei G!P
Calificación: M
Narración: Yuzu Okogi
Contenido: 18+
____________________________________________
Siempre he encontrado maneras creativas de saciar mi curiosidad lasciva. Y ahora, a los diecinueve, todavía quiero hacer cosas indecentes con la Srta. Aihara, mi nececidad volviéndose más fuerte cada que ella viene a casa.
La Srta. Mei Aihara es la mejor amiga de mi padre y una compañera del ejército de hacé mucho. Mi papá dimitio a su nombramiento hacé años, pero la Srta Aihara había permanecido, haciendo toda una guerrera, con pintura de cara negra y andando a hurtadillas en medio de la noche para matar malos. Es capas de sobrevivir únicamente a base de césped e insectos o algo así.
Es madura, muy madura y simplemente hay algo en ella que me hace humedecer cada vez que este a un brazo de distancia, causando que mi cuerpo se humedesca y tengo la nececidad. Quizás es su cuerpo musculoso y tonificado, sus ojos violetas o su enorme pene ( la que fácilmente puedo reconocer cuando viste su traje de deporte) . De alguna manera, quiero saltar sobre sus huesos. De verdad.
Porsupuesto la Srta. Aihara no está interesada en mi. O al menos eso pretende estar.
Pará ella seguramente soy una niñita de su mejor amigo. Aunque en los últimos años he crecido de una figura plana a una mujer joven plenamente desarrollada. Tengo un par de pechos firmes de que adoro acariciar y toquetear cuando me masturbo y un culo bien formado que todas las de la academia Aihara envidian. Los chicos siempre quieren agarrar mi trasero y los pervertidos más viejos No pueden quitar su mirada de él cuando caminó cerca. No soy una zorra, pero me gusta tentar. De acuerdo quizás eso me empuja más serca de ser una zorra, pero soy muy selectiva sobre con quién me acuesto. No follo a perdedores y siempre he estado interesada en hombres como mujeres mayores.
¿Que puedo decir? Son más experimentadados en la cama. Hay más que en el sexo que solo clavar tu polla en un agujero húmedo y empujar adentro y afuera. Ellos saben cómo comer a una mujer apropiadamente, cómo hacer que una ronda de sexo dure hasta bien entrada la noche. A diferencia de algunas chicaa que he follado, Unas cuentas embestidas y se vienen en mis dedos.Ugh. Y la Srta. Aihara, el objetivo de mi deseo, es la única que no puedo atraer para jugar al trenecito dentro de mis bragas.
Pero eso no me detiene de quererla
La Srta. Aihara se divorcio hace un par de años. El chisme es que su ex esposa la dejo porque no podía soportar estar sola todo el tiempo. Lo que es puro mierd*. La Srta. Aihara con frecuencia se ha desplegado a diferentes países en el momento de notificación, pero nunca había dejado A su ex esposa por más que unos meses. Escuché rumores que Kanao Nayeon la engañaba todo el tiempo. La gente habla.
Atrapé a mi mamá parloteando a sus amiguitas por teléfono sobre la manera en que Kanao follaria cualquier cosa que tuviera pene. Desde el chico del correo, hasta el sordo dueño de un bar en la calle aihara y hasta una stripper con un arnés. No podía entender que clase de mujer querer divorciarse de una mujer cómo la Srta. Aihara, una perra, aparentemente.
Me había alegrado en secreto cuando escuché la noticia que kanao había recibido la Srta. Aihara Con los papeles de divorcios. Eso me empujo que necesitaba para seducirla. No sabía cómo ni cuando, pero sabia que algún día sería mía...
Por el último par de meses, le he enviado señales. Papá siempre la invita a cenar cada domingo si está en el país, o cuando mu papá y sus amigos juegan póker, La Srta. Aihara siempre hace lo mejor para ignorarme, pero está mujer está sola. Lo sé. Puedo verlo en sus ojos, carcomiendola. Sin embargó, su pene parece estar peleando con su cerebro siempre que dejo caer mis insinuaciones. Reto riéndome y llenado cuanto se inclinó demasiado cerca
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Pequeño Secreto
Non-FictionHe querido follarla desde que cumplí diecisiete. O más bien, he querido que me folle desde que cumplí diecisiete. Sin embargo, me interesé en ella mucho antes, supongo... en realidad fue en el momento en que aprendí sobre sexo y todas las cosas estu...