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Temer por recibir una carta, eso jamás pasaba.

Ver retratos de solo un pigmento, no se veía en todas partes.

Algo de venganza no hacía mal ¿No?

Una muerte más no es nada.

Dos muertes tampoco lo serán.

-¿Dónde demonios dejaste la cera roja? -dejó la pluma fuente a un lado

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-¿Dónde demonios dejaste la cera roja? -dejó la pluma fuente a un lado.

-Está en mi escritorio, en uno de los cajones de arriba -habló desde la bodega, buscando un par de papeles importantes.

-Bien. Gracias. -fue hasta el escritorio de su compañero, tomó la cera y con ello una vela, una cuchara para derretir la cera y el calentador de cera.

Era el último detalle que la primera carta debía llevar. Un selló con una belladona grabada en el, un rojo bastante brillante y un sobre doblado a la perfección de un color blanco papiro, listo para ser entregado a su destinatario. Sólo debía tener cuidado al entregarlo.

Bebía una taza de café, no porque le gustara sino que debía mantenerse despierto para su próxima clase

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Bebía una taza de café, no porque le gustara sino que debía mantenerse despierto para su próxima clase. La universidad lo tenía como muerto viviente, dormía un par de horas y estudiaba durante todo el día, no había momento que descansara como se debía. Y compartía ese mismo estado de ánimo con su compañero de cuarto, -siendo también su novio- ambos destruidos por la universidad.

Lidiaba también con el temor que cargaba su novio hacia aquel "asesino" que rondaba en esos alrededores. No estaban informados si realmente era un asesino, sólo se sabía que varios estudiantes habían desaparecido y no se sabía nada de ellos; muchos creían que estudiaba en esa universidad y por eso le daba la facilidad de ir por esos estudiantes. También se sabía que, antes de que desaparecieran, recibían una cantidad exacta de cartas, todas eran de odio y repudio.

Trataba de hacer entrar en razón a su novio, pero el contrario sólo temía que algo malo le pasara a él o a alguien cercano a ellos. No se imagina que haría si le pasa algo a su novio y por ello siempre estaba pendiente de él y de que todo estuviera bien, no le decía nada directamente, pero lo hacía para él estar tranquilo de que todo estaba bien y de que no había recibido ninguna carta extraña.

Retratos de Sangre || NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora