Bebé

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"Felicidades, es una niña"- le dije

Ella no respondió.

La niña era igual a ella, tenía sus ojos, su cara y su piel blanca y suave.

Coloqué a la pequeña sobre un costado, y comenzé a coser los puntos de sutura en su vientre.

A mitad del proceso la mujer sonrió y me guiñó un ojo, en gesto de gratitud.

Me puse nervioso, aún que sabía que edad cosas pasaban...

Después de todo no era la primera vez que le hacía una autopsia a una mujer embarazada.

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