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EL COMIENZO
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A ASTRID NO le gustaba pensar la muerte.La muerte era inevitable, tarde o temprano llegaría, pero ella creía que entre menos la pensara más tarde lo haría.
Astrid podía contar con los dedos de una mano las personas que realmente le importaban y le seguía sobrando un de do. Ella amaba a su pequeña familia, no podía perder a nadie más.
Pero una guerra se desataba en el mundo mágico, en Londres más exactamente. Y si llegaban a perder ahí, el sería más poderoso y nadie estaría a salvo.
[...]
Astrid Evans era buena con los cambios.
Su vida se resumía en eso, cambios. Ya sea felices, o no. El primer cambio marcó un antes y un después en la vida de su familia. Un antes y un después en el amor que tenía por su padre.
La última vez que lo vio fue después de una pelea con su madre, o como mejor se podría describir, después de que su madre decidiera que ya era suficiente de él. Dejaron todo atrás, dejo de ser Astrid Smith para ser Astrid Evans; fueron a París, la cuidad favorita de su madre, y comenzaron una nueva vida. Ella era la mayor, ella nunca se quejó o se molestó por nada, apoyaba a su madre y cuidaba a su hermana, escuchaba sus llantos y sus quejas e intentaba calmarlos.
Así era ella, encerraba todos sus sentimientos en una pequeña cajita y la arrojaba a lo más profundo de mente. Cada vez, siempre lo mismo.
Cuando su madre fue enviada a Londres para ayuda con el surgimiento del mago tenebroso, Astrid encerró su preocupación y tranquilizó la inquietud de su hermana. La pelirroja podía hacer varias cosas a la vez, era capaz de llorar y sonreír a la vez, era una maldición, pero también una bendición.
Nunca creyó que la muerte estaría entre esos cambios, al menos, no tan pronto. Ella creía tener tiempo, pero el tiempo es engañoso, y nunca sabes cuando termina, solo sabes que se acaba cuando necesitas más.
¿Irónico? La vida es irónica.
Y una mierda.
—¿Astrid Evans?
La puerta había sonado, cuando abrió un señor de traje negro se encontraba tras ella. Astrid tenía una idea de que sucedía, pero se negaba. La muerte no podía haber llegado y el tiempo no podía haberse acabado ya.
—Soy yo, ¿qué necesita?
Quería más tiempo, necesitaba más tiempo, para decir todo lo que nunca dijo, para confesar esos sentimientos que siempre ocultó, para abrazarla una vez más.
—Necesitamos hablar con usted y la señora Dubois.
Astrid lo miró fijamente por algunos momentos, sus manos temblaban y sentía que la ansiedad quería dominarla. Volteó lentamente encontrándose con su hermana viendo la escena confundida, por su mente no pasaba siquiera la posibilidad de la verdadera razón de lo que ese hombre hacía en su casa.
—Lara, ¿puedes ir a buscar a Dariana? Por favor —le dijo a su hermana tragándose el nudo en la garganta—. Dile que alguien necesita hablar con nosotras.
Lara fue a la casa vecina por la mejor amiga de su madre, sin saber la noticia que le esperaba al regresar.
Astrid odiaba pensar en la muerte. Pero tal vez si hubiera pensado en ella más seguido, tal vez si no la hubiera ofendido con su notable ignorancia hacia esta, la muerte no habría llegado tan rápido a sus vidas.
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➀THE PROPHECY || James Potter
Fanfiction𝚃𝙷𝙴 𝙿𝚁𝙾𝙿𝙷𝙴𝙲𝚈 || ❝Tenía ya muchos problemas sin que tú aparecieras❞ Donde Astrid es prisionera de una profecía, lo que realmente no ayuda a sus contrariados sentimientos O Donde James se convence de que Lily es su alma gemela, ignorando lo...