Extra; 🍭

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- ¿Qué haces, amor? -pregunto al verlo doblar la ropa sobre la cama.

Hannie había amanecido de mal humor, ahora ya hacia sentado sobre la cama mientras doblaba la ropa entre murmuros y pucheros.

- Es muy obvio hyung, estoy doblando ropa -contesto sin siquiera dirigirle la mirada al mayor- maldita sea, por que la ropa huele tan bien -continuó murmurando el menor.

Minho soltó una leve risita mientras observaba a su menor, estando de mal humor era realmente tierno, bueno exceptuando sus contestaciones un poco agresivas.

Lo note -Minho se dirigió lentamente hacia su menor, para después comenzar a acariciar su pequeña cabecita- dime, ¿Qué te hizo la ropa como para que la trates de esa manera? -.

- ¡Es que es realmente suave y limpia! -se quejo de una manera demasiado tierna, mientras formaba un puchero con sus regordetes labios- tu rostro hermoso también es irritante, ¿lo sabias? -.

Nuevamente el mayor sonrió ante los comentarios del mas bajito, se inclino y beso los labios de su pequeño novio, claramente fue correspondido, aun que hubo unas pequeñas quejas de por medio, los besos duraron unos minutos, hasta que Han decido alejarse para continuar con su labor.

- Yo creo que tu mal humor es realmente lindo - menciono él mayor mientras se alejaba rápidamente, pues sabia perfectamente que su pequeño novio le arrojaría lo primero que lograra tomar con su manita.

- Lindas mis nalgas -.

- ¿Puedo confirma esa información? -.

- ¡ya me viste desnudo, no me molestes! -grito él de mejillas rechonchas mientras estas se teñían de un hermoso carmín.

 En ese instante una linda sonrisa se formo en el rostro de Minho, llevaba años de noviazgo con Hannie, aun recuerda su primer beso y todos esos lindos días de universidad junto a su menor. Ahora después de todo eso ahí estaban viviendo juntos, solo un par de adultos compartiendo su felicidad él uno con él otro.

Aun que no siempre todo es lindo, si, existen discusiones, malos entendidos y peleas sin sentido, pero con esfuerzos y platicas largas lo resuelven, pues ellos saben que ya no pueden estar molestos uno con el otro.

- ¿Qué quieres comer chico paleta? -lindo apodo había elegido Minho  desde que eran amigos.

- Lo que sea esta bien -menciono él mas bajito mientras terminaba de doblar la ropa y colocarla en su respectivo lugar.

Minho asintió ante la respuesta del más bajito, mientras salía de la habitación con dirección a la cocina, no seguirá molestando a su dulcecito, al menos por hoy. Rápidamente preparó algo para que ambos comieran, era hora del almuerzo y aun quedaban cosas por hacer fuera de casa.

Ya hacia mucho que su pequeño había dejado de comer tantas paletas seguidas, ahora solo comía cuando estaba triste, molesto o cuando él mismo le regalaba alguna por una fecha especial, como por ejemplo su cumpleaños o aniversario.

Pronto el almuerzo estuvo listo, llamo a su mal humorado novio y disfrutaron de la comida con una que otra queja por parte del menor.

- Y por favor, no vuelvas a dejar la toalla en el suelo Minho, después queda un olor horrible impregnado en ella -termino el pequeño de rechonchas mejillas, mientras secaba sus manos.

Había lavado los platos luego de almorzar, se acerco a la sala y se percato de que estuvo hablándole a la nada.

- ¡Maldito hombre de rostro perfecto!, como te atreves a dejarme hablando solo, idiota -suspiro pesadamente para después tirarse sobre el sofá.

𝕃𝕠𝕝𝕝𝕚𝕡𝕠𝕡 𝕓𝕠𝕪// 𝕄𝕚𝕟𝕤𝕦𝕟𝕘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora