Abrí los ojos antes que la alarma sonara. Sentí mis ojos húmedos, desperté llorando otra vez.
Me levante para vestirme, hoy era día de ir a la secundaria, aunque esta vez el día sería un poco distinto.
Estaba en el piso de debajo de mi casa esperando que mi mejor amiga viniera por mí, era gracioso ya que la secundaria está a 4 calles de mi casa, pero solo lo hacíamos para pasar más tiempo juntas.
Cuando pisaba dentro de su carro se podría decir que me trasformaba en otra persona una sonriente y sin problemas. Llegando a la secundaria todos se veían alegres y emocionados por ya irnos de paseo al lugar que siempre íbamos cada año, un parque de diversiones, aunque los profesores siempre le dicen bosque trágico.
−vamos manitas de bebe, ya vi a los demás− dije señalando a nuestro pequeño grupo de amigos algo normales. Nos dirigimos hacia ellos y saludamos a todos. Estamos bajo el techo de una grande lamina que está pegada al primer edificio de 3 pisos de la secundaria.
−bueno chicos nos vemos voy con las alimayas degeneradas− señalo con la cabeza un poco más allá de la lámina. Lucas jones, uno de mis amigos cercanos que siempre me ayuda y da concejos. Se ve bien fuck boy, pero el muy animal es un sabiondo e inteligente, aparte de apuesto claro está. Su piel tiene una tez oscura choco latosa, pero sin excederse, cabello ondulado medio largo (peinado de fuck boy), el muy cabron es alto, alrededor de 1.82, por ultimo su gran atributo además de estar delgado son sus ojos color miel, si los pones contra el sol se vuelven claros dándoles un brillo especial.
Fue mi "novio" por así decirlo ya que no duramos ni un mes juntos, aunque terminamos demasiado bien que digamos.
Lo mire unos momentos mientras se iba hacia su otro grupo de amigos fanáticos del deporte, por lo que me había contado uno es corredor, aunque no conozco su nombre, el segundo es un otaku con el solo cruce dos palabras en primer año gracias a una amiga, juega videojuegos así que digamos que ese es su deporte, lastimosamente tampoco se su nombre y el tercero practica natación el más tímido y apuesto para mí. Lo conocí gracias a que es el exnovio de una vieja amiga con la que ya no hablo, este último solo sé que se apellida james.
Después de esperar unos instantes sonó la campana, recordándonos que es hora de subir a los salones. Ya en los salones nos separan para los que no van a ir al queridísimo bosque trágico, todos los de mi grupito van a excepción de Daniel y Joshua esos dos son como nariz y moco, casi nunca se separan. Son algo estúpidos, pero también ambos son fanáticos del anime, aunque Daniel tiene una obsesión con los videojuegos, aparte de que siempre andan haciendo esa cosa de fusión de dragón ball.
Ya separados solo quedamos André, Amaris, Amelia y Alessia mi mejor amiga, nos llevan a un salón diferente a esperar, ahí nos encontramos a Lucas solo nos saluda y se regresa con su grupito, nunca convivimos con ellos solo con Lucas. Lo sé, algo raro.
Este es uno de los momentos más aburridos de estos días. Esperar a que todo esté listo para irnos, a veces tarda demasiado casi 3 horas si es que se retrasa el camión. Para nuestra suerte solo tardo alrededor de una hora, en lo que se revisaba el papeleo del permiso y el pago.
Ya después de todo eso nos dirigimos a al camión, ahí me toco sentarme con Amelia. Ella y yo somos como una bomba loca jugando handball (balón mano, deporte que consiste en una cancha con dos porterías y dos equipos, que compiten para lograr la mayor puntuación posible en un tiempo determinado).
Amelia es lindísima y loca, su piel está un poco bronceada, tiene el cabello hasta la cintura completamente baba y ni hablar de su físico, esta mujer me dice que me ama y me vuelvo lesbiana por ella, no que es de complexión delgada, pero tiene buenas caderas y trasero.
Mis amigas y yo íbamos en medio, los de atrás eran los desastrosos y los de enfrente los que no alcanzaron a estar atrás. El típico autobús.
El camino era un poco largo como una hora, aunque yo me pase la mitad del tiempo dormida mientras que la otra mitad comiéndome el lonche básico que parece paquete de mariguana siendo transportada a hurtadillas. Típico de las mamás.
Llegando todos salen casi corriendo mientras que como dos personas bajan con sufrimiento, de seguro mareados.
Mis amigas y yo ya estamos haciendo fila para entrar. Ya llegado nos quitan varias cosas ya que hay algunas cosas que no pueden entrar como marcas de sodas que solo se pueden comprar adentro, aunque debes de vender un riñón para comprar ahí adentro.
Entrando no sabemos ni a donde ir hay muchas atracciones, unas dan más miedo que otras, pero la más peligrosa es la montaña rusa que no tarda ni 5 minutos en dar su recorrido. Aunque soy la única que si se atreve a subirse.
−a ver, el día de hoy me convierto en la canasta− dijo Alessia, esta chica es la mejor de las amigas, siempre busca la paz, aunque yo soy todo lo contrario siempre buscando pelea y chismes buenos. A pesar de eso es sumamente bella, tiene complexión algo delgada con sus curvas, su cabello es algo lacio pero la mitad de abajo está pintada de azul oscuro, aparte de que le llega al hombro.
Pero algo que siempre me encantara de ella, aunque me burle a cada rato, son sus manitas de bebe, es más alta que yo, pero tiene las manos más pequeñas y bonitas, nos conocimos haca como más de 5 años y no nos hemos separado a pesar de nuestras pequeñas discusiones sin sentido que teníamos al principio.
− ¿Cómo? – pregunta André, este chico es un amor, aunque también un gran dibujante junto con Alessia, pero también algo obtuso. Su cara de idiota fue interrumpida por mi manotazo en su cabezota.
− ¡Hey! ¿Qué te he dicho de golpear a animales inocentes en peligro de extinción? – bromea Amelia. Ambas reímos.
− ¡oye! André la perra que habla nunca estará en extinción− le sigue el juego André.
−lo que trataba de decir es que yo cuido sus cosas en lo que ustedes se suben a los juegos− habla Alessia.
−yo la acompaño− levanta la mano –estos juegos parecen ser sacados por el catalogo del infierno.
−bueno ya escucharon perras, a arder en el infierno− puse pose de perra. − este es el momento en donde ponemos 7 rings de mi Ari.
−no seas ridícula, ándale que ya veo mucha fila en los juegos.
Se nos pasó el rato en juegos y más juegos mecánicos que no se en que momento solo quedamos Amelia y yo. Justo después nos encontramos a Lucas con su grupito, nos animamos a juntamos con ellos.
Nunca había convivido tanto con ellos, me cayeron bien a excepción del corredor que ahora sé que se llama will. Muy sarcástico y presumido para mi gusto. Aunque el chico más alto me llamo la atención. no ha parado de mirarme, sus ojos son grises, su nariz algo ancha junto con sus labios y cabello azabache.
Justo en ese momento en donde lo miraba fijamente, lo sentí acercarse.
−Hola.
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Es mas fácil fingir ser feliz<33
Romanceella estaba rota y el no sabia que quería, aun así cuando se conocieron fue como escuchar una canción por primera vez... y saber que seria su favorita.