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Mi cumpleaños es hoy, exactamente faltan dos minutos para que termine, el reloj de la tele marca las 23:58. 

Si es mi cumpleaños y en el patio esta mi fiesta, ¿Por que estoy en el living de mi casa viendo la hora en la televisión? No hay nada interesante en el noticiero que estaba puesto, me imagino a los programadores preparándose para poner el Himno Nacional cuando se marquen las 00:00 en ese reloj, así que ¿Por qué carajos no estoy bailando? La respuesta es mediocre, Johnny y Judy, dos boludos, según mi mamá, que vino a pedirme hace diez minutos que salga porque ya querían cantar el feliz cumpleaños y que no les hiciera caso, pero ella también lloraría si le pasara esto.

Otro motivo por el que no salgo es que mi maquillaje se corrió y voy a quedar como una tonta si salgo así, aunque por el seria capaz de hacerlo, solo ahora, si el viniera antes de que el ocho pase al nueve y el nueve al cero y me explicara que es todo un mal entendido, saldría ahí afuera incluso pareciendo un mapache por el rímel bajo mis ojos y pareciendo una nena de diez años por mi vestido arrugado, me enfrentaría a la ola de familiares preguntándome que me pasa, pero el ocho ya paso al nueve y el aun no viene, el dolor empieza a carcomerme, la incertidumbre de si "va a venir" se va remplazando por un simple, crudo y vacío "¿Por qué?".

Todo, cada momento, pasa por mi mente, las miradas, los roces, las risitas, mientras se me llenan los ojos de lágrimas y estas salen cuando recuerdo ese momento hace cuarenta y cinco minutos. 

Estaba bailando con una de mis tías porque habían puesto una canción que nos encanta a  ambas y los vi, el fue hacia el baño y ella salió tras el treinta segundos después. Me había levantado y lentamente caminado hasta acá.  

Ellos volvieron al patio después de veinte minutos y siquiera notaron mi presencia, al pasar por el living. Yo me preguntaba qué había pasado, hasta hace dos días el era "mío", no creo e que pueda poseer a alguien, pero hasta hace dos días no había notado nada, ninguna de sus señales, hasta hace dos días el era mi novio y estaba segura de eso, pero  ahora no estaba segura de nada y yo siempre estoy segura de todo. 

Y así con ese recuerdo de ellos volviendo a la fiesta agarrados de las manos, con unas sonrisas enamoradas, el nueve paso al cero y mientras el Himno Nacional comenzaba a sonar y me recostaba sobre la alfombra me permití llorar un poco más. 

It's my party.Where stories live. Discover now