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Capítulo 1

Lena's POV

Los viajes en avión siempre eran una mierda, siempre estaban las típicas personas a las que deseabas que nunca estuvieran en el mismo lugar que tú, pero no sé qué estoy pagando yo en esta vida, tengo la más mala suerte del mundo, que a mí siempre me pasaban este tipo de cosas, como estar sentada aun lado del señor grande y gordo que ronca tan ruidoso que incluso el piloto del avión lo escucharía, dos asientos más adelante la señora que lleva un bebe de dos a tres meses como mucho y que lloraba como si los estuviesen dando alguna clase de pinchazos en todo el cuerpo, y por último el niño que siempre pero siempre golpea el asiento, lo golpea tanto y tan duro que algunas veces sentía que su rodilla atravesaba el asiento y chocaba contra mi espalda baja.

Pero por fin ese insoportable y horroroso viaje, desde National City a México, terminó y ahora me encontraba en el aeropuerto en espera de mi maleta. Jamás pensé regresar a esta tierra tan familiar para mí, siempre pensé que me quedaría estancada en Ciudad Nacional trabajando en esa infernal empresa de mis padres, que por lo visto no les importa otra cosa más que el dinero. Mientras pensaba en esas cosas y otras más, siento que alguien choca conmigo.

-Lo siento mucho, soy un poco torpe. -era una chica. Piel blanca que brillaba con la luz del sol que entraba por el gran ventanal que había sobre nosotros, estatura un poco baja, unos cuantos centímetros más baja que yo, cabello largo ondulado, le llegaba un poco más arriba de la cintura, casi en el trasero

-Oh, no, no te preocupes yo algunas veces suelo ser muy torpe también- solté una pequeña risa al ver que no podía casi sostenerse en pie por todas las cosas que tenía encima. -Soy Lena Luthor, por cierto.

-Yo soy Nia, Nial Nal, te tendería mi mano, pero como podrás ver, no puedo ni moverme. - hizo una cara un poco avergonzada o más bien parecía de cansancio, no lo sé.

-Puedo ayudarte con eso, si deseas. -dije haciendo un movimiento de cabeza señalando sus cosas. - Por mí no hay problema en echarte una mano.

-Gracias, creí que no lo dirías nunca. - solo pude reírme de su comentario, para después quitarle algunas cosas de las manos. Nos dirigimos hacia unas bancas que había por ahí cerca. - ¿Vienes de vacaciones, Lena?

-En realidad, no, vengo para quedarme, por un muy largo tiempo ¿y a ti que te trae por acá?, se ve que no eres de por aquí. -digo mientras veo mi maleta salir de la cinta. - ¿me permites? - le hago una seña con el dedo hacia dónde está mi maleta y solo asiente.

-Estoy huyendo. - me dice una vez que estoy sentada de nuevo junto a ella. No entendía a lo que se refería. - no creas que asesine a alguien y huyo de la ley, más bien huyo de mi ex, el me golpeaba y no sabía hacia dónde ir.

-Lo siento. - fue todo lo que pude decir, esa chica parecía modelo, tenía un cuerpo de infarto, podría decir que era modelo por cómo era y el que alguien la hubiera tratado así no merecía ni si quiera estar en el infierno, no, se merecía algo peor que eso.

-No te preocupes sé que él no podrá encontrarme aquí, creo yo que este sería el último lugar donde me buscaría. - me mira y me regala una sincera sonrisa. - aun así, no me quedare en México, iré hacia Cancún, dicen que tienen playas hermosas. - y yo no sabía si esto era obra de algo o de lo que algunos llamaban "Dios" pero era mucha coincidencia, ya que yo también viajare a Cancún.

-Que coincidencia, yo también me dirijo hacia allá. -veo en mi boleto que aún faltan algunos minutos para que el vuelo a Cancún salga. - ¿te iras en el vuelo que sale?

-Sí, antes de chocar contigo me dirigía a preguntar cuanto faltaba para ese vuelo. -cuando estaba a punto de contestarle, llamaron a todos los pasajeros rumbo hacia Cancún que era tiempo de abordar. -creo que esa es nuestra señal. - empezaba a tomar sus cosas nuevamente. -

-Sí, lo es. -mi equipaje no era grande solo una simple maleta ya que, si había decidido hacer una nueva vida, tendría que dejar todo atrás incluso mi ropa, pero a lo que no podía dejar atrás jamás, seria a mi pequeño hermano Alexander o Lex como me gustaba decirle, en unos meses cumpliría 19 y prometí regresar a National City solamente por él. Es por eso que necesitaba llegar a Cancún lo más rápido posible, tendría que comprar una casa o un apartamento para él y para mí. Me había quedado tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta en que momento había dejado de caminar.

- ¿Lena, vienes? -Nia estaba en la puerta de entrada que daba hacia el avión.

-Sí, sí, ya voy.

Una vez en el avión tome asiento, Nia no estaba tan lejos de mí, tres asientos más adelante donde estaba yo. Una vez cómoda y asegurándome de que no hubiera señores gordos roncando ni niños llorando o pateando asientos, me puse los cascos y reproducía, Take Yours, I'll Take Mine, mientras veía el avión despejar, para así luego caer en un sueño profundo. No sé cuánto tiempo había pasado, mucho menos sabía la hora, lo único que sabía y podía sentir era que alguien tocaba mi hombro, dando golpecitos en él.

-Señorita, señorita. - escuchaba que alguien me decía. - despierte, hemos llegado. - abrí los ojos de golpe y me levante tan rápido que hice que quien fuera que sea esa chica, topáramos cabezas.

-Mierda. -susurre mientras sobaba mi cabeza. - Lo siento, es que me has espantado. -dije mirando aquella chica que también sobaba su cabeza y parte de la frente.

-No se preocupe, solo tome sus cosas, que la mayoría de los pasajeros han salido ya. -me miraba con cierto enojo, y no la culpo yo también estaría enojada si algo así me llegase a pasar.

-Claro. -mientras tomaba mis cosas buscaba a Nia, la vi en la puerta del avión riendo, tal vez había visto todo.

-Le has dejado un chichón enorme a esa pobre chica. -Nia no paraba de reír, estaba en ese punto en el que las mejillas se ponían rojas de no poder respirar bien.

-Ya basta, haces que me sienta aun peor. -yo buscaba un taxi, hasta que uno para. - ¿tienes donde quedarte?

-No, buscare uno por internet, pero no sé. -se encogió de hombros, haciendo una pequeña mueca.

-Bueno mi hotel no esta tan lejos, podrías quedarte ahí mientras buscas donde más quedarte, aparte ya es tarde, se está oscureciendo, si lo prefieres mañana buscamos uno para ti o puedes quedarte conmigo el tiempo que sea necesario.

-No puedo hacer eso, además no creo que pueda pagarte tanto dinero si decido quedarme contigo, estaría huyendo y pobre, sabes lo mal que se escucha eso. –Su cara para mí era graciosa.

-Si es por el dinero lo que te preocupa, te aseguro que te puedo ayudar a ti y a la mitad México si así lo deseo, para mí eso no es problema, así anda, toma tus cosas y vallamos al Hotel.

-Maldita sea, por ahí hubieras comenzado, Luthor-solo pude reírme por el apodo que había usado.

Una vez que el taxi estaciono frente del hotel, el señor que lo conducía nos ayudó a bajar las maletas.

-Muchas gracias señor. - le dije en un perfecto español.

-De nada señorita, que disfruten su viaje. -hizo un tipo reverencia hacia nosotras. -solo pude devolverle el gesto con movimiento de mano.

- ¿Qué te ha dicho? -Nia tenía cara de total asombro.

-Que disfrutemos de nuestro viaje, pensé que hablabas español. -tome mi maleta para dirigirnos hacia la pequeña recepción del hotel.

-Nah, yo solo se algunas cosas, pero se una canción, creo que es popular aquí en México. -toco la campanilla que se encontraba en el escritorio.

- ¿Así?, ¿Cuál es?

- Bidi Bidi Bom Bom. -solo pude reírme de ella por el acento en el que traba de hablar el español. -cada vez que lo veo pasrar, mi corazón se enloquece y me empieza a pal pirar. -para este punto yo ya era solo risa.

-Detente por favor, me vas a matar, después te ayudare a mejor tu español es malísimo. - para este punto limpiaba de mi cara una cuantas lagrimas que estaban por mis mejillas.

- ¿Y tú como sabes español?, tienes pinta de ser fiel a la estatua de la libertad.

-Cuando manejas una empresa que vale más de 800 millones de dolores y contando, debes saber estas cosas.- digo esto al ver que se acercan para atendernos.

- Virgen santa. 

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