Prefacio

135 15 7
                                    

—Creí que tendríamos más tiempo antes de que esto sucediera—. Soltó con un suspiro, mientras se acomodaba el traje y miraba lo perfecto que lucia en él—. Y tu silencio no me ayuda en absoluto.

—Creo que ambos sabíamos que en algún momento la verdad explotaría en nuestras caras—. Contesto el pálido rubio sentado al borde de la cama.

—Odio que tengas razón, por eso te amo—. Dijo guiñándole un ojo a travez del espejo—. Bueno, al parecer estos años no fueron suficientes, es hora Yoongi.

—¿Estas seguro de que quieres hacer esto?—. Inquirió el rubio con una ceja alzada, y dándole a Jin esa mirada que odiaba, pero a la vez lo mantenía cuerdo—. Sabes lo que pienso, y lo que pones en juego.

—Lo se.

— Entonces hagámoslo—. Dijo el rubio poniéndose de pie—. Estoy listo para llamar a mi esposo.

—También estoy listo—. Contesto con inseguridad Seokjin—. Nos vemos en la cede, y te pido de favor recoger a Soobin del colegio, al parecer golpeo de nuevo a alguien, espero que esta vez le haya roto la nariz a ese muchacho.

—A su edad hubiese querido un padre como tu—. Yoongi pudo ver cómo Seokjin intentaba no sonreír ante sus palabras—. No te preocupes, yo le tomo foto a la víctima y te digo quien quedo peor.

— Aún así, dile que estará castigado, pero me alegra que se haya defendido—. Dijo mientras tomaba sus llaves y salía de la habitación—. Y date un baño, te ves como si una gata salvaje te hubiese revolcado.
















Sin mirar atrás para comprobar si Yoongi le había escuchado se dirigió hasta su auto. Apoyando su cabeza en el volante, y preguntándose si valía la pena, tirar por la borda todo lo que por años luchó por proteger debido a esas notas que hacía más de un mes empezaron a llegarle en su correo.

Al principio pensó que era una broma, incluso llegó a pensar que era un loco que no sabía nada y simplemente quería engancharlo. Pero al parecer se había equivocado.

Sobre todo al momento de leer la nota que había llegado esa mañana.

Esa maldita nota, que aunque parecía simple, había derrumbado el castillo de naipes que armó con tanto empeño. Y es que es verdad que sabía que no duraría para siempre, pero nunca pensó que llegaría en el peor momento de su ya muy complicada vida.

Claro que los años no pasaban en vano, cada uno cobraba factura, tomando parte de la poca estabilidad emocional que lo rodeaba.

Era consciente de cada decisión que lo había puesto en ese camino, pero jamás imagino que a medio continente de distancia y una vida hecha después, recordaría lo que fue amar con intensidad y recordaría el dolor de una ruptura.




"KIM SOOBIN, KIM JOSHUA Y KIM YEOSANG... LAS ESTRELLAS QUE SE PARECEN EXCEPCIONALMENTE A TI, ¿ACASO SON PARTE DEL CÁLIDO OCÉANO DE ESA TARDE?
DEL TU Y YO DEL PASADO"





Había llegado la hora, no se arrepentía de nada, al final sus hijos siempre serían los más importantes en su vida, y si sacrificar sus secretos, dignidad, y reventar la burbuja que había creado era necesario, lo haría, estaba listo para proteger a quienes amaba...





















Here we go again...

Mi constelación eres TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora