Mi constelación eres TÚ

•STERN EINS•

Si algo Kim Joshua odiaba eran las bodas, pero en ese momento odiaba más a Soobin y Yeosang. Por culpa de ambos había resultado siendo el acompañante de Kim Seokjin a ese ambiente tan falso, lleno de felicidad, armonía, parejas tomadas de las manos, y sonriendo como si no tuviesen algo mejor que hacer. Y ni hablar de los votos que estaban pronunciando los novios, no había nada más trillado que jurarse amarse hasta la muerte, en la salud, enfermedad y perseguir sueños alcanzarlos y ser felices por la eternidad.

—Shua, agradecería dejes de hacer muecas por cada palabra que se pronuncia en este lugar—. Pronunció Seokjin, tratando de no llamar la atención, ya que, encontrándose en la segunda fila, fácilmente llamaba la atención—. Se el príncipe encantador y caballeroso que siempre eres.

—¿Enserio papá? —. Cuestionó Joshua tratando de no poner mala cara—. Nos dices lo mismo a los tres, ya no sé si verdaderamente esos dos son mis hermanos o enemigos.

—Vamos Shua, no siempre digo lo mismo.

Joshua rodó los ojos y prestó atención al gracioso azabache que avanzaba hacia la pareja con los anillos. Conteniendo la respiración al mismo tiempo que su padre, y su tío Yoongi, era un milagro que llegara a dicho altar sin tener una visita al piso.

—Seokjin llevas diciendo lo mismo los últimos quince años—. Yoongi miro socarronamente a Seokjin, mientras guiñaba un ojo a Joshua—. No trates de engañar al niño.

—Es tu culpa que estemos aquí Yoongi, ni se por qué venimos, así que cállate—. Espeto Seokjin.

—Te recuerdo que eres el chef de los alimentos y el hijo del ministro de estado ha escogido al mejor para este momento—. Contesto el pelirrojo—. Además del jefe de Jimin, ser asistente, organizador de esta boda y amigo del sarnoso del novio no ha sido nada fácil para él.

— ¿Algún motivo por el que yo me encuentre aquí? —. interrumpió Joshua—. Porque realmente me agradaría regresar a casa y leer.

—Estas castigado por decirle huérfano a Soobin, te recuerdo que tienes un padre aquí presente. Y no, no ruedes lo ojos—. Bufo Seokjin—. Y no me hagas recordar que la semana pasada dejaste en vergüenza al maestro de matemáticas en plena competencia.

—Solo tengo un padre presente y ese eres tú, seguimos siendo huérfanos de un padre—. Defendió Joshua—. Además, que culpa me tengo de que el maestro de matemáticas sea tan incompetente, era una competencia papa, debió haber sido más difícil ganarle.

Yoongi no pudo evitar hacer una mueca hacia la primera frase que Joshua había lanzado. Sabía lo que había de tras de la ausencia del otro padre de menor. Por lo que sonrió suavemente a Seokjin y le dio una palmada en la cabeza a Joshua.

—Entonces hablemos de música Shua—. Defendió Yoongi—. El motivo razón o circunstancia por el que no has entrado a clase la última semana.

Joshua no pudo hacer más que indignarse con Yoongi, se suponía que no debía ser tan traicionero como lo estaba siendo.

—Te dije que hicieras silencio Yoongi, pero olvidaba que tu mama te abandono bajo un puente y por eso eres tan malo—. La voz de Jimin se hizo presente, al mismo tiempo que Yoongi se quejada por el jalón de pelo de parte de su pelinegro—. Shua tenía todos los motivos para saltarse las clases, empezando con que el maestro es un ogro gruñón, feo, pelo de zanahoria, y el más exigente.

— ¿Joshua me quieres contar porque carajos ahora te saltas las clases? —. Inquirió Seokjin, mirando mal a Yoongi y a Jimin, mientras Joshua fingía prestar atención al cura.

Jimin estaba a punto de defender al menor, Yoongi de reclamarle a Jimin por ofenderlo, y Seokjin esperando una respuesta, cuando el lugar rompió en aplausos y una radiante pareja sonreía agradablemente.