Olivia, mujer de dieciocho años que intenta cumplir su mayor sueño, ser cantante. Todo ocurrirá en la ciudad de Los Ángeles con su mejor amigo Jhonny.
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Allí conoce a montones de amigos que literalmente le cambiarán la vida...
Buenos días mundo, ¿que tal el día? ¿Bien? Pues me alegro por que hoy ando más feliz que nunca. No se si es por Corbyn, que con tan solo un beso me ha echo feliz o por que hoy ya es martes y quedará menos para el concurso y para las vacaciones de Navidad.
Pero bueno, me siento en la cama y antes de levantarla para ponerme el uniforme miro la hora. Las seis y media, vaya que temprano. La verdad si me levanto temprano podré coger un café para despertarme un poco más y así puedo hacer algo como coger mi libreta y seguir componiendo o estudiar para la última prueba de conducir de hoy. Ahora que lo recuerdo, me estoy poniendo más nerviosa que hace unos días. Nunca pensé que con solo 18 años me iba a sacar mi carnet de conducir.
Ya si que me levante y me puse mi uniforme. Me peine cogiendome una coleta y me maquille un poco solo para que no se notará la cara de muerta que tengo, aparte también de mis ojeras de los días sin dormir bien por cosas obvias que la verdad ahora no entra en juego.
Cuando termine me mire en el espejo. Otra sonrisa y falsa. No entiendo, no entiendo el por que finjo ser feliz, ya ni se quien se esconde, quien es la que hace que no salga la sonrisa verdadera. Le dije a Corbyn que gracias a el sonreía verdaderamente, y no miento, es verdad pero algo en mi me dice que del todo no es una verdadera, que algo falta en mi para que sonriera verdaderamente y creo que esa cosa o persona es la que últimamente anda por mi cabeza cada vez que pienso en algo. Esa persona llamada Daniel, que con solo un Hola ya mi corazón anda a mil, pero Dios, no puedo. Estoy confundida, ahora no se si de verdad en siento feliz de saber que Corbyn me quiere, no se si de verdad Daniel me ha olvidado solo por estar con Madison. No lo se. Necesito a las chicas o alguien para que me ayude.
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Ande con ritmo rápido hasta la cafetería, faltaba veinte minutos para que empiecen las clases pero creerme, se que solo son veinte minutos pero en eso no te da tiempo ni de ponerte en la cola para el café.
Corrí pero una mano hizo pararme en seco. Jonah. Le mire y sonreí.
—sabía que llegarias tarde, así que te pedí un café —dijo sonriendo, yo le sonreí de vuelta y volví a suspirar.
—muchas gracias Jonah, no se que haría sin mi amigo del café.
—que no haya café por las mañanas — dijo mientras andábamos para el patio, a primera hora teníamos Biología y el de Biología es el único profesor que nos deja dar las clases afuera del aula. Por suerte hoy el día estaba soleado por que sino tendríamos que volver a la clase. Odio estar en esa clase, huele a caca de vaca.
Nos sentamos debajo de un árbol y tomamos de nuestro café mientras reíamos por las estupideces que hacían Zion y Edwin. En si lo estúpidos del Instituto que se creen populares. Lo son, si pero no del todo como la insecto palo y sus dos pequeñas amigas íntimas, también insectos palos.
Una de ellas me caía bien, raro pero si. Franny. Ella es linda y un poco, solo un poco amable. Pero nadie y ni nada le quita lo perra que puede ser aveces. Un día por poco a Christina, a Kay y a mi nos tira un granizado encima pero por pura suerte llegó Corbyn, Zach y Austin, se pusieron en medio y solo les tocó a ellos y no a nosotras.
