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禪院真希┆釘崎野薔薇
Nobara sería una esposa terrible.
Ella no es exactamente material de esposa. No puede cocinar ni limpiar. Apenas puede lavar la ropa. Sin embargo, al menos ella puede decir que es linda. Ella tiene eso a su favor. Ella sabe que esos son requisitos muy obsoletos para ser una esposa, pero también son expectativas bastante estándar para un ser humano funcional.
Sin embargo, está bien porque a Maki, su maravillosa novia, le importa un bledo la falta de habilidades de esposa o habilidades para la vida, en general, de Nobara. En todo caso, Maki sería una excelente esposa, no es que Nobara le diga eso en la cara. Cocina para todos la mitad del tiempo. Es meticulosa en su limpieza, ya sean sus armas, su habitación o los espacios comunes. Maki también lava su ropa en un horario estricto, y su ropa siempre está cuidadosamente doblada en sus cajones cuando Nobara le pide prestada ropa. Maki no es perfecta, pero está muy cerca de eso y está muy por delante de Nobara en esa área de habilidades.
Es por eso que Nobara está tratando de hacer algo bueno para su primer mes de aniversario.
Nobara todavía no está segura de por qué decidió que hornear sería lo mejor que podría hacer por Maki.
Simplemente sonaba como una linda idea. Nobara hornearía un pastel de chocolate para que lo compartieran. Probablemente fingiría dárselo a Maki, sólo para aplastarlo en su cara y probablemente hacer que Maki tomara represalias. Habría pastel y glaseado por todas partes. Sería lindo.
Excepto que ahora, con todos los ingredientes expuestos ante ella, Nobara se siente desesperadamente perdida. A ambos lados de ella, Yuuji y Megumi miran por encima de sus hombros para leer la receta que imprimió.
—Suena bastante fácil—comenta Megumi, y Nobara pone los ojos en blanco.
Yuuji hace un ruido confuso al otro lado de ella, diciendo: — ¿Por qué importa en qué orden los pones juntos? ¿No lo viertes todo y lo mezclas?
Eso es lo que Nobara quiere saber, pero la mirada que Megumi le da a Yuuji le impide preguntar. Los dos la ayudan a medir todo en tazones, y Yuuji incluso va tan lejos como para etiquetar todos los ingredientes con notas adhesivas y caras sonrientes. Sin embargo, una vez hecho esto, Nobara los echa de la cocina. Si la ayudan más, en realidad no será ella la que hornee para Maki. Serán los tres horneando para ella, y eso no es tan romántico.
Nobara pasa la siguiente media hora siguiendo meticulosamente las instrucciones de la receta, revisando cada movimiento que hace. Es tan estresante que no puede imaginarse por qué alguien querría hacer esto por diversión. Por otra parte, tal vez pensaría de manera diferente si esto no fuera para Maki por su aniversario.
Mientras mezcla los ingredientes secos con los húmedos, Nobara se sobresalta cuando un par de brazos se envuelven alrededor de su cintura. Suspira y gira la cabeza, sólo para encontrarse con un beso rápido. Nobara sonríe a pesar de todo y pregunta: — ¿Qué estás haciendo?
