un largo brazo rodeaba su figura, hecha bola entre la sábana, en casi plena oscuridad. esa sensación reconfortante y protectora sólo la conoció por medio de una persona. sus párpados se abrieron con lentitud, su cabeza se alzó de a poco buscando entre la casi nula iluminación el cuerpo de su mejor amigo, pero la presencia que esperaba no estaba ahí, no había nadie abrazándolo, el calor del pelinegro ya no estaba. el momento de dos días antes volvió a su cabeza, baji derrumbado frente a kisaki, antes de clavarse la navaja, según él para evitar conflicto entre mikey y el bicolor. más tarde se encontraba de rodillas frente al cuerpo de la persona que se quedó con él y le cuidó, de sus labios brotaba sangre, sus ojos estaban cerrados, tomó con cuidado su cabeza acercándose más al pelinegro, hasta acunarla en su pecho, con el pulgar apartando dulcemente algunos mechones que llegaban a soltarse de la coleta fuera de su rostro, su expresión se tornaba pacífica, ¿estará descansando en paz? pensaba, parpadeó un par de veces y abrazó aquel cuerpo sin vida, en ese momento ni siquiera se permitía pensar en su estado físico, estaba centrado en la persona frente a él, nunca lo había experimentado, era un nuevo y gran vacío que se implantó en su pecho, sin terminar de entender como terminó haciendo eso, le pareció que una sonrisa se extendía en la expresión de su amigo, luego de abrir y cerrar los ojos un par, desapareció, sin dejar de verle en ningún momento, relajó sus facciones en el momento que un par de gotas cayeron sobre keisuke, pronto mezclándose con su sangre, ni siquiera había notado cuando comenzaron a salir de sus ojos. aquella sonrisa que lo recibió y vio tantas ocasiones había desaparecido, y era únicamente por su culpa, pero no se podía culpar del todo, ¿qué pensaría si la única persona que no lo dejó antes lo hacía ahora y para juntarse justamente con su enemigo? si los mismos habían tratado de llevarse a su lugar seguro y él había accedido fácilmente. hanemiya dejó caer su cabeza hacia atrás, esas imágenes se repetían una y otra vez. pensaba que al final se estaba librando de aquellas noches sin dormir que comenzaron con aquella tarde, que trajo puras desgracias y sufrimientos, aunque en realidad se decía a sí mismo que no había sido por su culpa, incluso al salir del reformatorio, no cesaron, pero keisuke lo había notado. sobre la misma cama en la que estaba, aún estaba impregnado su aroma, en esa superficie durmió abrazado con él tantas veces que no las podría contar, le daba paz en medio de su propia tormenta interna, era lo único a lo que se podía mantener aferrado, ahora todo eso había terminado. aunque en esos dos largos días no pudo conciliar el sueño, se mantenía ahí, abrazándose a si mismo con los ojos cerrados, pretendiendo que baji lo abrazaba, que para los demás era una alucinación, para él era una ilusión y esperaba que cuando volviera a abrir sus ojos fuera realidad.
por su parte chifuyu se encontraba en las escaleras del edificio, en las que compartió tantas anécdotas con el de colmillos, estaba sentado en el suelo, frente a él un recipiente con un paquete de fideos fríos, al menos la mitad que había dejado, esperando que baji bajara de las escaleras y se sentará sobre la penúltima para tomar los fideos y comerlos, pero habían pasado alrededor de cinco horas, en ese punto la única iluminación se basaba en la luz de las estrellas, con los orbes acuosos alzó la cara en dirección a estas, su brillo era particular esa noche, pensaba, o podía ser el hecho de que era la primera vez en la que las veía entre lo oscuro del lugar, ese brillo poco a poco tomaba similitud con los ojos de ilusión que se dibujaba en keisuke cada vez que veía a su gato, e incluso se atrevía a decir que a veces sucedía con él, un maullido apareció a su lado, un pelaje frotándose contra él un par de segundos antes de caminar a las escaleras, el felino seguía soltando algunos maullidos, que podía jurar que expresaban dolor o sufrimiento, apretó sus labios viendo como se acostaba, usualmente hacia eso cuando el pelinegro bajaba a comer, seguramente lo está esperando, susurro matsuno, finalmente las lágrimas recorrieron sus mejillas, mojando su ropa, sin notarlo ahora estaba mojando el pelaje de su mascota, que se había acostado en su regazo mientras no lo miraba."¿valió la pena baji-san?"
murmuró sabiendo que no tendría respuesta, o al menos eso esperaba.
no sabía ni como o cuando había llegado ahí, sólo estaba sentado en la cama de su "amigo" difunto, tenía un par de fotos enmarcadas de ambos sobre su ropero, sostenía una en la que específicamente en donde están en la playa y chifuyu sostenía a keisuke en sus hombros, esa imagen trajo muchos recuerdos consigo, matsuno quedó abrazando sus rodillas como forma de buscar un consuelo que no iba a llegar, hasta ser interrumpido por el sonido de la ventana abierta, la luz lunar entrando justo hasta iluminar cierta parte de la superficie donde descansaba un retrato del dueño de la habitación junto al portante del tatuaje de tigre, el anterior dolor comenzaba a transformarse en enojo, se puso de pie caminando al objeto, al tomarlo pudo ver una carta, por alguna razón la curiosidad le ganó y terminó abriéndola.
"al fin vas a salir, te he estado esperando por mucho tiempo, te he extrañado mucho, estoy seguro que los chicos igual, sabes, estoy seguro que incluso mikey lo hace, tienes tu lugar en la tokyo manji, seguro serás capitán de alguna división como antes, hablando de eso, hay alguien a quien me gustaría presentarte y que se conozcan! seguro ya sabes de quién hablo, espero que chifuyu también quiera conocerte y salga bien, es un gran chico.
tora, si no quieres volver lo aceptaré, y siempre voy a estar con vos como lo prometí, si fuera de esto te espera un infierno yo voy a estar con vos hasta el final."
-redactó las últimas palabras dándole un par de re leídas buscando algún error que corregir como chifuyu le diría, luego de un tiempo y al no encontrar nada sonrió para si mismo.
"al fin sale bien."
susurró con orgullo, doblando la carta para meterla en el nombre y seguidamente colocar el nombre del tatuado y la dirección de la correccional en la parte frontal, aún siendo de noche salió -obviamente con el permiso de su madre- a dejarla en uno de los buzones cercanos, justo antes de llegar quedando parado al escuchar una voz sumamente familiar, colocándose tras un muro alcanzó a escuchar una conversación, que sin duda había cambiado el rumbo de las cosas.
"mikey, ¿quién es ese kisaki?"
se preguntó a si mismo en varias ocasiones tratando de por lo menos recordar si alguna vez lo escucho ser mencionado, pero al contrario, ni siquiera lo conectaba con nadie. estuvo a punto de meter el sobre en el buzón, una parte en su interior no lo permitió y regresó de nuevo a casa con la correspondencia.-
luego de terminar de leer la carta chifuyu entendió, baji había dado su vida por él, porque siguiera viviendo, porque no quería que cargará con la culpa de su muerte, se había sacrificado por kazutora, y matsuno iba a darle sentido a eso.
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for the nigth !
Fanfiction・⩇⩇:⩇⩇ ─ kazutora no puede dormir baji no deja de aparecer. chifuyu no sabe que hacer. o dónde kazutora y chifuyu se convierten en la perdición del otro gracias a baji. › adv dentro de la historia. › spoiler arc...