fil rouge - [ Volkacio ]

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Sus ojos se fijaron en la foto que miraba por el móvil, suspiro fuertemente intentando que un nudo no se forme en su garganta.

Sonrió de la nostalgia y tristeza,en la foto se veía a su mejor amiga Athenea y a el sonriendo felices luego de una fiesta de disfraces. Hace aproximadamente dos meses que su amiga había fallecido por un enfermedad que no pudo controlar y que terminó con su vida.

El y Athenea eran amigos desde que entró al instituto,su amistad fue muy tranquila y se querían mucho entre si, llegando a ser casi inseparables, le chica era tan energética como el teniendo gustos iguales también.

Salió de sus pensamientos cuando vio que su hermano le mando un mensaje por el móvil.

+¿Cómo estás Horacio?+

Cerró los ojos al leer el mensaje,su hermano gustabo hace algunos años ya no vivía en su casa por que el rubio quería estudiar fuera de la cuidad y por ello ya no estaba, desde que Gustabo supo de la muerte de la mejor amiga de Horacio le hablaba o lo llamaba todos los días para verificar cómo estaba su hermano, a pesar de no poder estar intentaba darle todo el apoyo posible por que sabía lo importante que fue Athenea para Horacio.

+Hola Gustabo,estoy un poco mejor que días anteriores pero no es todo tan fácil.+

+Intentaré ir en estos días Horacio...quiere verte a ti y a mamá, te quiero hermano+

+Está bien, te espero, tk+

Dejo el móvil sobre la cama y miro hacia el frente suspirando, no tenía las suficientes energías de ir al instituto hoy, pero su madre lo obligaba a ir, tenía sus amistades en el instituto pero desde la muerte de la chica se sentía todo tan apagado.

Se levantó de su cama y fue hasta las escaleras para ir a la cocina donde suponía que estaba su madre. Cómo se espero su madre estaba sentada en la parte de la mesa con un café en su mano y el la otra mirando el móvil.

–Hola–saludo a la mujer.

La señora levantó la vista con una pequeña sonrisa –Hola hijo,¿Cómo estás hoy?–

Horacio camino hasta la cafetera para servirse un café –Un poco mejor, espero que siga así el resto del día– cogio su taza y fue hasta donde estaba la mujer.

La mujer asintio –Ya lo verás hijo,se que para ti es duro de afrontar y saber que tienes el apoyo de los dos siempre Horacio– hablo tranquila.

Horacio sonrió un poco –Gracias...Gus me dijo que quizás vuelva en unos días, ¿Sabías algo?– miro a su madre.

La mujer rodó los ojos –joder...le dije que no diga nada, si es que sigue siendo igual de boca abierta...– susurro un poco indignada.

Horacio rio ante el enojo de su madre –Pero... ¿Era una sorpresa?, ¿Mi madre?, ¿Charlotte garcia, Intentando hacer una sorpresa?, no me lo creo...– susurro entre risas.

La mujer lo vio y frunció el entrecejo fingiendo molestia –Oye! No digas asi mi nombre, solo intentaba hacer una sorpresa pero tú hermano siempre la caga, si es que no está en casa y hace algo...– nego con la cabeza.

El móvil de la mujer comenzó a sonar indicando una llamada,la mujer contesto la llamada.

Horacio miraba a su madre un tanto orgulloso, el conocía a la perfección la historia de su madre y lo fuerte que fue al salir adelante con dos niños ella sola. Horacio y su hermano se llevaban tan solo 2 años de diferencia pero cuando su padre se enteró que Julia estaba embarazada nuevamente decidió dejar sola a la mujer a su suerte.

Julia era una mujer todavía algo Joven tenía sus treinta y largo pero parecía mucho más joven que su edad, los embarazos se producieron cuando ella estaba en la universidad, sus padres le ayudaron en todo lo posible cuando ella no podía con nada. Con mucho esfuerzo y tiempo ella logro tener un trabajo estable que era ser doctora en el hospital central de la cuidad, ayudándole a tener mucho dinero.