fil rouge - [ Volkacio ]

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Se colocó por último un pantalón que más le gustaba, se estaba vistiendo para ir a la casa de su amigo willy hoy sería el día en el cual se tatuaria.

Antes de salir de su habitación, se miro al espejo verificando que este bien arreglado, acomodo un poco su cabello y sin más salió de su habitación sin antes coger el dinero para el tatuaje.

Fue hasta la puerta principal rogando que no esté su madre y por lo visto no lo estaba así que rápidamente salió de su casa.

Caminaba un poco rápido ya que iba un poco atrasado por haber decidido que vestimenta usar el.
No era alguien que le gustase usar la ropa más llamativa pero para el tenía su propio estilo y toque único.

La casa de Willy no estaba muy lejos así que no se demoró mucho en llegar. Tocó el timbre de la casa siendo recibió por el chico.

–pasa H– le hizo una seña con su mano para que le siga.

Con tranquilidad Horacio siguió a su amigo, por lo visto sus padres no estaban y en cierta parte lo agradecía por lo que harían hoy, hace algunos meses conocía a la familia del moreno y eran personas agradables para el.

Se sentó en la cama de su amigo –¿Y que te piensas hacer?– pregunto Willy mirándolo curioso.

Horacio suspiro –no tengo un diseño en específico pero me quiero tatuar esto– saco su móvil y le mostró una fotografía.

Willy abrió los ojos del asombro –¿Lo dices encerio?– hablo en un susurro.

Horacio asintio, miro la fotografía una vez más, era el brazo de un hombre que tenía un gran tatuaje y lo que más se hacía notar era la cara de una mujer.

Volvió a ver a Willy que lo miraba algo sorprendido –¿Que te pasa ahora?, ¿No te gusta?–le sonrió.

Willy nego –esta muy bueno el tatuaje H, ¿Pero te lo hará idéntico?–miro al chico.

La cara de Horacio cambio un poco y miro por unos segundos a Willy sin responder –Eso espero, tengo pensado cambiar el rostro y algunos detalles...–hablo bajito.

Willy lo miro algo preocupado al ver el cambio de actitud del chico –¿Quien será?,¿Tu ma–

Horacio le interrumpió – Será Athenea–hablo rápidamente.

Willy se quedó sin habla por unos segundos, ¿Había escuchado bien? –¿Quien?– pregunto dudoso.

El de creta suspiro –Si lo sé que parece loco, pero me tatuare a Athenea– miro a Willy seguro.

Este asintio –Vale, te entiendo. ¿Quieres ir ya? –cambio el tema rápidamente, no quería molestar a su amigo, le parecía una decisión fuerte pero si era lo que deseaba por su mejor amiga fallecida no le diría nada.

Horacio asintio y los dos se fueron de la casa del mayor, caminaba tranquilamente a la tienda de tatuajes que estaba cerca de la playa.

Por el camino había acordado que Willy diría que era hermano de Horacio por si les pedían alguna autorización adulta,Willy ya era mayor de edad por un año y podría cubrirlo en esto, tenían más que seguro que lograría hacerse el tatuaje por que Willy le llevaría al mismo sitio donde se tatúo, era algo totalmente descabellado pero no lo había pensado bien.

Luego de unos minutos llegaron a la tienda, al parecer no había nadie a las afueras a si que tranquilos entraron y vieron que había una chico siendo atendido.

Comenzaron a ver varios tatuajes mientras esperaban, un hombre se acercó a ellos, era muy alto e intimida a un poco. Este hombre tenía una tela cubriendo parte de su rostro, lentes de sol y una gorra negra.

–¿Les puedo ayudar en algo caballeros?– hablo mirándolos fijamente cruzado de brazos.

Los dos se levantaron rápidamente para responder a las preguntas del hombre –Si...vine a hacerme un tatuaje– hablo Horacio mirando al hombre, le sorprendió que era algo alto este quizás le llegaba por los hombros.

El hombre asintio –Vente por aquí. ¿Cómo estás Willy?– hablo el hombre y comenzaron a caminar los tres a una zona apartada.

Entraron a un zona específica donde se realizaban los tatuajes.

–sientate ahí– le indico a Horacio.

Horacio hizo los indicado y miro a su amigo que estaba en un asiento colocando sus pulgares hacia arriba.

El hombre antes de todo cogió un papel y se ubicó frente a Horacio.

–¿Que edad tienes?– pregunto a Horacio.

El de creta trago duro al escuchar al hombre, no se esperaba esa pregunta. –Eh... T-tengo 18– mintió.

El hombre bufo –Dime la verdad– hablo muy seriamente.

Horacio miro por unos segundos a Willy nervioso y este estaba igual que su amigo. –tengo 17– hablo con la verdad.

El hombre suspiró algo molesto. –Willy, sabes que no puedo hacer estas cosas– miro al chico.

Willy asintio –Lo se volkov, pero el quiere tatuarse, es algo significativo para el– defendió a su amigo.

Volkov asintio sentándose en una silla –Lo que sea Willy, lo sabes muy bien, no puedo hacer estas cosas, esto no se realiza así –miro a los dos menores.

Horacio se sentía un tanto culpable al escuchar a los dos hablar, sabía que no era la culpa de su amigo pero era algo que le hacía realmente ilusión tener.

Willy miro a volkov. –¿En serio no lo puedes hacer aunque tenga 17?– pregunto Willy.

Este se quedó unos segundos en silencio –Lo lamento, mínimo tiene que tener 18– hablo mirando a Horacio.

Horacio bajo la cabeza algo defraudado –Lo entiendo, se que es tu trabajo– comprendió al tatuador.

Volkov suspiro pensado en que haría, Willy lo conocía hace unos meses y era un buen chaval, le hizo el gran tatuaje que tenía en su brazo.
El nunca hacía tatuajes a menores, aunque tengan 17, sin más luego de unos segundos de silencio se decidió.

–Dime que se quiere realizar y vuelve cuando tenga la mayoría de edad, es lo mínimo que podría ofrecerle– hablo y vio como los ojos del chicos se iluminaban de la esperanza.

Luego de unos minutos donde Horacio le dió todos los detalles del diseño y se prometieron verse en unos meses para poder realizar lo deseado por el chico de la cresta.

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Le dió los últimos retoques a todo y descanso su espalda dónde el asiento, le sorprendía lo grande que sería el tatuaje y quizás tendría que hacerlo en varias sesiones.

Se quedó pensativo mirando la pantalla, recordó los ojos del menor llamado Horacio, juraba que los vio de distintas tonalidades cada uno, pero no estaba seguro.

Movió su cabeza para sacar eso de su cabeza ¿Que le pasaba? el no era así, se levantó del asiento y fue hasta el baño para darse una ducha antes de ir a dormir.

Comenzó a quitarse la ropa, luego se quitó la banda elástica que sostenía su cabello algo largo, antes de entrar se miro el rostro suspirando al ver su gran cicatriz que iba desde sus labios hasta la oreja derecha. También miro su cuerpo con algunas cantidades de tatuajes, algunos se los realizó el y otros otra persona.

Sin más entro a la ducha intentado relajarse.

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