Valentina, una chica ordinaria de 18 años está atrapada en un ambiente violento y tóxico por parte de su familia, nadie sabe de su situación, sus heridas pasan por desapercibidas gracias al maquillaje, Valentina se ve obligada a buscar un trabajo pa...
Hice el desayuno como siempre y los niños estaban raros, estaban más felices de lo normal, pero le alegraba verlos así de felices, ellos comieron menos yo, ellos me preguntaban que porque no comía y les decía que ya había comido, odio mentirle a mis hermanos pero esto no lo podían saber, pasamos la tarde viendo pelis, ellos preguntaban la hora, se me hacía extraño, cuando iba a interrogarlos, sonó el timbre
- Jonathan... - estaba parado con un ramo y una canasta, no pude contener las lágrimas y me lancé a sus brazos, extrañaba su olor, extrañaba estar en sus brazos, el me rodeó con sus brazos-
Jonathan- Hola linda - el pasó y le guiñó el ojo a los niños, ahora entiendo el porque estaban tan felices -
- Niños, vayan a ponerse zapatos ¿sí? - ellos asintieron y subieron -
Jonathan- Explícame el porque no has comido señorita - puso sus manos en la cintura lo cual me dio un poco de risa -
- ¿Cómo sabes eso? - me puse un poco nerviosa y él lo notó -
Jonathan- Linda... perdóname, en serio, me siento un estúpido - hizo cara de perrito regañado y reí -
- Esta bien, después de cenar nos vamos - sonreí y el fue y me envolvió con sus brazos, me solté a llorar y lo abracé más fuerte -
Jonathan- Llora princesa, te extraño, vamos, traje cosas para la cena y si te tengo atar a la silla y darte de comer en la boca no me importa - reímos los dos pero sabía que lo estaba diciendo en serio y yo asentí -
Empezamos a hacer la cena, los niños estaban con nosotros ayudando, al empezar a comer tragué duro y Jonathan tomó mi tenedor y me hizo abrir la boca, reí y pues empecé a comer después de eso, él me vigilaba durante la cena, terminamos de cenar y Jonathan se quedó con los niños recogiendo mientras yo fui a empacar las cosas, bajé y los niños estaban con chamarra ya puesta, Jonathan estaba acomodándole la chamarra a Dylan.
Llegamos a la casa y Jonathan me ayudó a subir las cosas, el subió a Dylan y yo Emily a la habitación, estaba acomodada pero aun seguía decorada, los acostamos, apagamos la luz y salimos, Jonathan movió algunas cosas de su closet y cajones y me ayudó a desempacar.
- Son tus closets, mejor desempaco en la otra habitación
Jonathan- Tranquila, ya tenía pensado en mover mis cosas para que tu también tuvieras espacio - lo abracé por detrás y el volteó y me tomo de las mejillas -
Jonathan- Mañana, a las 8, arréglate, iremos a cenar
- Bien, estaré lista a las 8 en punto - sonreímos y me dió un beso suave, que después se convirtió en uno apasionado -
Realmente extrañaba besarlo, extrañaba sentir el calor de sus abrazos, extrañaba verlo dormir de vez en cuando, extrañaba despertar y que él esté ahí, extrañaba cocinar con él, extrañaba bailar con él.
Jonathan- Si así nos vamos a reconciliar después discutir creo que deberíamos discutir más seguido - reímos y le di un leve golpe el hombro -
Me posé en su pecho y el acariciaba mi espalda, podía oír los latidos de su corazón, él se quedó dormido, yo me levanté con cuidado y me metí a bañar, al salir Jonathan no estaba, lo fui a buscar abajo y encontré a Emily y a Jonathan así
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Emily estaba dormida en sus brazos, él me vió y me dijo con los labios "tuvo una pesadilla", mi niña había tenido una pesadilla, Jonathan fue a acostarla y bajó de nuevo, le di una taza té que había hecho.
- ¿Está más calmada?
Jonathan- Sí, soñó que se había quedado sola y que no nos encontraba
- Ay mi niña...
Jonathan- Vamos a dormir, ¿te parece? - asentí, subimos y me acurruqué en su pecho mientras el me rodeaba con sus brazos -
Narra Jonathan
Me levanté y traté de no despertar a Val, se veía tan hermosa durmiendo, fui a darme un baño y al salir no encontré a Val, me cambié y bajé, los 3 estaban en pijama, Val estaba haciendo el desayuno mientras que los niños ponían la mesa, por un momento me imagine cómo sería tener una familia con Val, sería agradable tener a una mini Val o a un mini yo hehe, salí de mis pensamientos y fui hacia Val, la abracé por detrás y ella recargó su cabeza en mi pecho, dios esos ojos me encantaban.
- Te amo Val...
Val- Y yo a ti - ella sonrió y empezó a servir el desayuno -
Nos sentamos y no pude evitar sonreír al volver a ver a este trío sentado en mi mesa desayunando como antes, los niños reían y Val sonreía al escucharlos, me he dado cuenta que no podría estar sin ellos, los necesitaba en mi vida, ellos le brindaban color a mi vida, no quería vivir sin ellos, nunca me imaginé que por fin estaba llegando la felicidad de nuevo a mi vida.
