Cazador Rojo [MikeTake]

IV

Mikey caminaba por el pueblo iba a comprar algunas especias, podía sentir como aquella pelirroja lo seguía desde hace un rato, así que al salir de la tienda y se dirigió hacia una esquina y la espero ahí

Manjiro-Hola

Hina-H-hola

Manjiro-¿por qué me sigues?

Hina-No te sigo-Manjiro suspiro

Manjiro-Hos mataré si seguís así-Dijo mientras se giraba para seguir con su camino

Hina-vale preciosa

Manjiro no respondió a eso lo veía demasiado patético provocarlo de esa estúpida manera

-¡Oye Mikey!-El mencionado se giró para ver a uno de los cazadores del pueblo acercarse a él-¿Te apetece jugar a los dardos con nosotros? Es que nos falta uno para el equipo

Manjiro-oh...claro-No solía salir mucho con gente pero le gustaría tardar un poco más para ver la reacción de Takemichi, seguramente tenga hambre

Hace unos días tardó más en llegar y parecía un perrito abandonado, bueno realmente no esperaba que aquél mitad y mitad fuera tan dependiente de él, pero era obvio ya que le estaba alimentando de su sangre

Las horas comenzaron a pasar y el cielo se torno oscuro dejando ver las pequeñas estrellas y la luna, sonrió para después levantarse de su sitio

Manjiro-Chicos debo irme

-¿Enserio?

Manjiro-Si, tengo que descansar para mañana iré cazar

-Ten cuidado

Manjiro-Claro

Takemichi-¿¡Donde estabas!? ¡Muero de hambre!

Manjiro-La nevera está en la cocina

Takemichi-Sabes que no me refiero a eso-El oji-gris simplemente se acercó y levantó su manga, el azabache no lo dudo y clavó sus colmillos

Manjiro-¿Ya estas feliz?-Takemichi, se sonrojo y luego fue hacia su escondrijo-Qué maleducado

Takemichi-Si me dejarás irme

Manjiro-¿Quieres irte?

Takemichi-¿Quién querría estar aquí encerrado?

Manjiro-Vale pues vete-Dijo y se acercó a la puerta para abrirla

Takemichi se levantó sin creérselo, sentía el frío aire entrar, dudoso se acercó, su vista pasó al rubio que estaba de pie mirándole sin ningún tipo de expresión, después su vista pasó al cielo estrellado, gruñó y volvió a su nido mantas y almohadas bajo la escalera dándole la espalda al rubio, escuchó la puerta cerrarse

Manjiro-Voy a cambiarme-Dice iba hacía las escaleras

¿Por qué no ha salido?

¿¡Que coño le pasa en la cabeza!?

Se odia así mismo, por no haber salido por no poder responderse así mismo

Mikey lo atrapado ¡horrible y él se queda!

Se pierde en sus pensamientos, empezando a quedar dormido, al pasar el rato volvió a escuchar los pasos de Mikey acercarse

Manjiro-¿No vas a comer?-Dice apoyándose en la escalera  inclinándose levemente

Takemichi-Oh...si-Dice adormilado, estirándose mientras escucha los pasos alejarse, se levanta y va hacía la cocina, se sienta enfrente del oji-gris como siempre y agarra su trozo de carne

Manjiro-Nhe pulgoso

Takemichi-¿Que?

Manjiro-¿vas a empezar a cumplir con tu parte?

Takemichi-¿He?

Manjiro-Yo te alimento tu-Lo señala con el cubierto en sí mano-me complaces ¿recuerdas?

  Un escalofrío recorre su columna vertebral, sintiendo su piel ponerse de gallina, cuando ve la cara de Takemichi, su cabello más alborotado de lo normal, sus ojos cerrados, sus mejillas teñidas de rojo y su boca entreabierta, una risa escapa de entre sus labios, haciendo que la vergüenza de Takemichi aumente y apriete las sábanas los lados de su cabeza

Mikey acariciar  uno de sus muslos, sucumbiendo lentamente hacía la intimidad del oji-azul la cual ya está algo endurecida, escucha un jadeo salir de entre sus labios y luego como muerde su labio inferior tratando de que ninguno vuelva  a salir  

Manjiro-Vamos-Se inclina hacía su oído-ladra lo mucho que te gusta esto-Las manos del oji-gris agarran ahora más firmemente sus muslos y los ajusta alrededor de su cintura-abre los ojos-Susurra cerca de si rostro mientras su endurecido miembro se alinea en la entrada del oji-azul, Takemichi abre los ojos, encontrándose  con los grises que lo miran con lujuria, puede ver la sonrisa del mayor

Sus ojos se cierran con fuerza cuando Mikey entra apretando con más fuerza las sábanas, su respiración se vuelve más pesada, cuando siente el interior del oji-azul a sido lubricado si Mikey a sido considerado en ese sentido  pero el eje del mayor era más grande y largo cuando pasan los segundos el mayor da la primera embestida es raro e  incómodo la segunda más de lo mismo, pero después llega ese cosquilleo gustoso que se convierte en oleadas de placer, sabe que sin duda sus caderas van a sufrir por este  ritmo salvaje al

Takemichi se sintió desesperado mientras rodeaba el cuello de Mikey con los  brazos, quería más y más sentía su piel arder su cuerpo parecía derretirse, traga saliva siente que se va a quedar sin voz, nunca se había sentido de esa manera, creía no poder sentirse mejor pero estaba equivocado
sus gemidos casi se sentían como gritos cuando el oji-gris da justo en su punto dulce haciendo rozar el clima haciendo que su espalda se arqueé, enreda sus piernas en su cintura baja, Mikey puede sentir como Takemichi lo aprieta con su interior

No lo diría en voz alta pero follar con Takemichi era una encantadora sensación