Ariel, la lujuriosa santa

Capítulo 37: Echar la culpa a Temi

Ariel sabía que Leandro le echaría un vistazo al cuello. Él era muy sensible a 'poseerla por completo'. No importaba si era un objeto o una persona. Él simplemente lo hará suyo. Fue la perversa posesividad de Leandro mantener las cosas que le gustaban íntegras e intactas en caso de que se decidiera a agregarlas a su colección.

Por supuesto, la única excepción a esto era él mismo, ya que podía destruir sus cosas como quisiera. No puede soportar que nadie toque su propiedad antes de que él mismo haya tenido la oportunidad de pisotearla. Así que, de cara a Ariel, siempre escudriñaba y examinaba todo su cuerpo de la cabeza a los pies. En caso de que alguien rompiera su nueva y brillante muñeca mientras no miraba.

El atento Leandro también notó el rasguño del tamaño de una uña en su tobillo. Estaba tan dedicado a monitorear a Ariel, y era casi imposible ocultar la obvia marca de mordisco de amor que alguien más le había puesto.

Hubo una razón por la que todos los demás sirvientes que amenazaron a Ariel fueron ejecutados, excepto Temi. Temi era una persona que trató de intimidar a Ariel manipulando constantemente a otra persona, a pesar de que no lastimó directamente a Ariel. Esta última no quería dejarla morir igual que las otras sirvientas porque recordaba lo difícil que le habían hecho pasar sus feos celos a Ariel. Eso es lo que sintió en ese momento. Esta vez, incluso atacó a Ariel con un cuchillo, a diferencia de la historia original, por lo que a Ariel le preocupaba cuánto más cruel se volvería en el futuro.

Así que Ariel deliberadamente dejó vivo a Temi y sedujo a Carlos. Se preguntó si había alguna forma de castigarla severamente. Porque esa es la conclusión con la que salió. Dado que Leandro estaba obligado a elegir el método más cruel para imponer el castigo por este tipo de cosas, pensó en pedir prestada su mano y decidió culparla.

De hecho, había muchas alternativas además de Carlos. Ya que es un tipo que tiene muchas responsabilidades en el palacio. Pero a juzgar por la personalidad tensa de Carlos, ella pensó que él nunca codiciaría a Ariel e iría hasta el final sin el permiso de Leandro. Y su predicción dio en el blanco.

Fue un buen negocio para Ariel, porque podía agitar el corazón de Carlos, despertar los celos de Leandro y castigar a Temi.

Pero lo único que no esperaba era el poder de Leandro. Ella pensó que él estaría enojado con Ariel, teniendo todo tipo de imaginación cuando ve la marca en su cuello, pero no sabía que la estrangularía con tanta dureza. Si se hubiera acercado un poco más tarde, si Leandro no se hubiera dado cuenta de lo que quería decir y la hubiera estrangulado un poco más. Eventualmente no mataría a Ariel, pero se le ocurrió que realmente podría haber perdido la vida.

Mientras decidiera convertirse en Ariel en la novela y cambiar su vida tomando la iniciativa, tenía que sobrevivir de alguna manera de todos los peligros que amenazan su seguridad.

Ariel se envolvió la garganta adolorida con las manos. Quizás mañana tenga un hematoma arrugado en el cuello que le da la forma a la mano de Leandro.

Eso tampoco estuvo mal. Siempre que vea las huellas que dejó, sentirá lástima por Ariel.

En el tranquilo dormitorio, Leandro, Carlos y Ariel estaban preocupados por sus propios pensamientos.

"Su Majestad, he traído al criminal."