Hacia un horizonte de sentido,
de búsqueda de sentido,
viajan de la mano las palabras
Y el autor que las construye,
que las moldea, que las inventa.
Así es el vínculo de quién se anima
a escribir una historia, alguna vida;
algunas vidas.
El texto es carne todavía encuerada,
Es sueño sin derramar, es anhelo
de, quizás, un futuro
cambiante, dinámico, arte
que hace de lo bello un poema,
de la realidad un ensayo,
de la sociedad una idea,
de la vida un relato.
La que esté dispuesta a la palabra,
persona de revoluciones, de dolores,
será aquélla una autora enemiga
de injusticias, enemiga de silencios y
de muertes cómplices. Será
la creyente más realista, artista
de un pasar mundano,
de un tránsito peatonal,
de una cotidiana soledad
en tiempos de sociedad.
Guarde el aliento, usted artista,
resérvelo para cuando el grito
sea urgente, necesario, pertinente;
podrá mientras recurrir a la pluma,
a la herramienta considerada muerta,
creída antigua, inútil y ajada;
verá usted, sí, usted artista,
que el símbolo se rescata, se transforma,
que el texto no pierde
sentido, sino que gana
nuevas expresiones.
Verá, usted guerrillera,
que la verdad es ficción
escrita, es testimonio
de lo que ocurre todos los días
y cada noche.
Que la escritura es representante
de las voces no escuchadas,
por eso ella es necesaria,
pues cuenta cosas increíbles, inauditas,
Impensadas, inevitables, inviables,
verdaderas.
Verá, usted revolucionaria,
que Kraus, noble, quizá se equivocaba,
puesto que la letra se instala profunda
en las mentes, se inscribe cual memoria,
y deja entallado su cuento,
en literatura, mitología, ciencia y cultura:
La fortaleza de la palabra.
Y ésta, usted autora,
para quien creer quiere,
le digo que por su esencia,
ésta, la palabra, jamás muere.

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De revoluciones, y otras artes
PoetryUn revoltijo de aforismos, creencias y reflexiones sobre las artes y sus intrínsecas relaciones con la verdad—y, por ende, con la revolución.