La chica cruzó torpemente el pasillo y chocó de bruces con la sólida pared. El golpe le hizo estremecer de dolor y notó como una sustancia caliente le recorría gran parte de la nariz y la boca. Era sangre.Aunque ya se había acostumbrado al trágico placer que provocaba la tortura y el cautiverio, se enjugó el viscoso líquido escarlata con la mano y sintió como un ligero mareo casi le hacía desvanecerse. Su corazón latía desbocado en su pecho y la respiración se le cortaba por momentos, lo que a su vez le abrasaba la garganta tras cada bocanada de aire.
Se había tomado un momento para descansar pero a lo lejos se oyó un fuerte ruido que le erizó el cuerpo.
<<Corre>>, pensó. Y entonces lo hizo...
El suelo estaba helado y cada pisada le provocaba una especie de corriente en sus desnudos dedos. No le importó... Debía alejarse rápidamente de aquel tétrico lugar.
Cruzó a la izquierda y el escenario cambió por completo: una enorme sala circular apareció ante sus ojos. Sorprendida se detuvo.
Conocía muy bien el camino que debía tomar pero no estaba segura en sí de cuál era el correcto. Todo estaba echo un caos.
El tiempo corría amenazante. Sin duda, era el final. Su final.
Otro estruendo... Ésta vez más cercano. No había escapatoria. Debía huir.
Sin embargo, justo en el instante en que se ponía en marcha para salir del sitio, alguien la empujó y tropezó cayendo al suelo. Con rapidez y sin siquiera oponer resistencia, la figura la estrechó ante sí y la arrastró con fuerza al interior de un angosto pasillo.
Lo último que pudo vislumbrar fue como la oscuridad se cerraba sobre ella.
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"Sangre incolora", por Jean Vicent
Mystery / ThrillerEl paciente psiquiátrico Lyams Becker planea escaparse del Hospital Rosselvelt, a como de lugar. Estar prisionero entre aquellas frías paredes jamás fue una idea que cruzara su abrumada mente. Pero, realmente ¿qué pasa por la cabeza de un paciente c...