Algunas gotas de sangre tibia salían de sus piernas... de nuevo. La navaja estaba a su lado, manchada, sucia.
Él se sentía sucio.
El agua que brotaba podría lavarle el líquido carmesí, pero no la culpa.
⚠️Autolesión AU⚠️
•One Shot
•Inspirado en un...
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¿Cuánto llevaba así? ¿Una semana? ¿Un mes? ¿Un par de días?
El cuarto de baño era gigante o él demasiado pequeño. El frío que emanaba del suelo traspasaba la delgada tela de su ropa, haciéndolo sentir con la piel expuesta directamente al azulejo.
Levantó un poco la vista hacia el lavamanos y la vio. Una pequeña cajita se asomaba al borde, seduciéndolo lentamente. Volvió a encogerse.
Había prometido no hacerlo de nuevo, después de tantas sesiones de terapia le aseguró a Todoroki que no lo haría más. El bicolor se había desecho de todas y cada una de sus navajas, incluso de las que tenía en sus escondites de emergencia... entonces ¿por qué?
¿Por qué había olvidado decirle sobre las que ocultaba en el baño?
Sinceramente ni él recordaba aquel paquete de cinco navajas que metió entre las toallas de baño limpias.
No lo había hecho con mala intención, nunca haría algo que traicionara la confianza de Shoto, pero las había encontrado en el peor momento posible. La abstinencia le estaba pasando factura, sin contar el estrés que se incrementaba en él cada vez más.
Se deslizó en el suelo hacia atrás hasta chocar con la pared, pegó las rodillas a su pecho y pasó sus brazos por éstas, haciéndose bolita sobre sí mismo.
No. No. No. Se repetía tratando de convencerse.
Sus heridas ya estaban cicatrizando, su piel no aguantaría otra recaída (más). Se dio varios pellizcos en las piernas para calmarse, reemplazando el dolor emocional por uno externo, distrayéndose un momento hasta recuperarse.
Pero, si solo era la última vez... Todoroki no tendría por qué notarlo, no dejaría que lo viera...
Negó mientras se levantaba tembloroso y tomaba la caja. Recogerían la basura más tarde.
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El agua fría de la regadera caía de forma feroz, llevándose la sangre que salía de su cuerpo.
