SEMPITERNO [B.Hargrove]

VI

"A date and strange events"

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En cuento puse un pie en mi cuarto, no dude en tirarme de cabeza a la cama. Había sido una semana agotadora pero por fin había acabado. Estaba a punto de caer en un merecido sueño cuando alguien entró de manera abrupta, golpeando la puerta con la pared en el proceso.

- Mike, ya puede estar muriéndose alguien para que hayas entrado así - comenté sin moverme.

- Es mucho peor Kate. Es sobre Will - ese nombre hizo que me activara rápidamente y mirara al chico.

- ¿Qué ocurre con Will?

- No ha ido a clase hoy, creo que está empeorando. No contesta ni al walkie - su preocupación era palpable, y no era para menos.

- Está bien, no te preocupes. Vamos a su casa - con prisa, nos despedimos de nuestros padres y cogimos las bicis para poner rumbo al hogar de los Byers.

Una vez allí, nos abrió una Joyce angustiada y con grandes ojeras. Casi parecía la misma que el año pasado, durante la desaparición de su hijo. Mike no dudó en marcharse al cuarto de su amigo mientras Joyce me guiaba al salón explicándome la situación.

El suelo y las paredes estaban cubiertas al completo por dibujos que parecían simular una red de túneles - ¿Los ha dibujado todos él?

- Sí, es la única forma en que puede comunicarse. Ni siquiera comprende bien que le está pasando. Solo repite continuamente que a él le gusta el frío.

- ¿A él?

- Sí, sí, no sabemos a que se refiere. El doctor Owens dice que pueden ser alucinaciones por el trauma pero... - dejó las palabras en el aire y se encogió de hombros dando a entender que no creía en eso.

- Joyce, ¿cuánto llevas sin descansar? - acaricié suavemente su espalda con la mano derecha mientras que la abrazaba con la izquierda. La pobre era una luchadora, y había superado todo ella sola. Era una mujer de admirar, pero como todo ser humano, necesitaba apoyo.

- No se, un par de días, quizás...no, no se. Solo quiero que mi niño vuelva a estar bien - las dos nos abrazamos y no pude evitar derramar algunas lágrimas que intenté ocultar. Tenía que ayudar a Joyce, no hundirla más.

- Tienes que tener fe y estar tranquila. Te prometo que descubriremos que ocurre y Wil estará bien. Te doy mi palabra - la mujer apretó mis manos mientras me sonreía.

- Will tiene mucha suerte de teneros.

- Mike puede quedarse aquí con Will. Yo tengo que arreglar unos asuntos pero vendré en cuanto acabe. Te quiero Joyce - besé su mejilla y ella me dio un último abrazo antes de que me marchara a despedirme de los chicos.

Me asomé por la puerta entreabierta para ver como los dos charlaban sentados en la cama - Eyy, chicos. Tengo que marcharme, pero volveré en cuanto pueda. Mike confío en ti - el nombrado me respondió con un guiñó - Oye, campeón. Todo se va a resolver.