Esclavo del Corazon

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Ahí está el! Será que soy invisible? Por qué no me ve? Día tras día me pongo guapa solo para el, pero nunca lo nota, paso a su lado y es como si fuera un fantasma. Ya me deshice de las chicas que lo rodeaban, como piedras que molestan en mi zapato. No hay día que no me fije en sus ojos color miel y su cabello despeinado que parece acabado de salir de las sabanas de su cama. En mi diario siempre escribo la forma en que su perfecta sonrisa alegra mis días. Yo me conformaba con pasar a su lado y sentir su masculino aroma que me hacía casi desmayar; pero no toleraba verlo con otra chica, me hervía la sangre.
Luego de esperar a que el saliera del instituto me puse mis cascos acompañando mi camino con la canción "in the dark" de BMTH mientras lo seguía hasta su casa y asegurarme de que no se encontrara con ninguna chica. Después fui a mi casa; yo vivía sola, mis padres habían muerto en un accidente de auto y no me reunía con amigas porque estaba aburrida de que siempre les hablara del mismo tema. Al día siguiente asistí como habitualmente al instituto a pesar de que llovía, sin embargo por alguna razón esto me motivó a hablar con el de una vez por todas. Al terminar las clases le pedí encontrarnos en un parque cercano. Una vez allí pensé ir directo al grano pero mi cuerpo se tensó al escuchar sus frías palabras. Tantas ideas pasaron por mi cabeza, el siempre supo lo que yo sentía y nunca me habló nada al respecto y ahora tan casual me dice que no siente atracción alguna por la chicas. No supe que contestarle así que salí corriendo para pensar en sus palabras.
Ahí supe que este era el fin, si el no era para mí no sería para nadie más. A partir de ese día deje d asistir a la escuela, no quería ver más su cara y cada noche la pase en vela ordenando mis idea. Un día sin más llamaron a la puerta, al abrir vi su rostro de preocupación y lo invité a pasar preparándome para la acción. Ya era bastante tarde así que aproveché y lo invité a cenar y aunque algo a regañadientes, aceptó. Ya a punto de cenar de repente las luces se apagaron, esto no había sido casualidad. Fui a la cocina con la excusa de buscar algo con que iluminar, en cambio tome un cuchillo. Sutilmente me acerqué a el poniendo mis brazos alrededor de su cuello tomándolo por sorpresa, selle sus labios con un cálido beso y antes de que pudiera decir nada enterre el cuchillo en su espalda -gracias por tu agradable visita- le susurré al oído -ahora eres solo mío....♡︎

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