Moshang week 2021

Dia 2

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La luna era brillante, redonda e inalcanzable en el cielo nocturno salpicado de estrellas, siendo la única que atestigua su miedo.

Estaba cubierto con el típico traje rojo brillante, el velo ocultaba su rostro así como las lagrimas que caían y que luchaba por que se detuvieran de una maldita vez; hace dos varitas de incienso que había realizado las 3 reverencias  para posteriormente ser dejado en esa habitación a la espera del hombre que ahora era su esposo.

Él no debería estar aquí, pero el cobarde de su padre lo había puesto en esta situación. 

El Reino del Desierto del Norte estaba pasando por un momento de cambio, debido a que el ahora Rey Mobei Jun había recuperado el trono que le fue arrebatado por su tío que hace años mato a su hermano y a su sobrino, o por lo menos eso fue lo que pensó. Lo que no calculo es que Mobei Jun pudo escapar de ser asesinado, volviéndose mano derecha del emperador Luo Binghe quien para recompensar su lealtad ayudo a recuperar el derecho de sucesión de Mobei Jun.

La ciudad estaba llena de caos e incertidumbre, todos los altos mandos intentaban salvar su pellejo para de alguna manera ganarse la misericordia del nuevo Rey, Shang Qinghua era un hijo ilegitimo de uno de estos funcionarios de alto rango quien sin dudarlo le ofreció al nuevo Rey que su hijo se volviera su concubina para salvarse. Todos simplemente prendieron una vela por el pobre hombre debido a que la mayoría que pereció bajo su espada habían dicho las mismas palabras pero para sorpresa de todos el Rey dijo las siguientes palabras.

"Acepto, prepara todo para dentro de 3 días" exclamo con voz autoritaria.

Todo fue meticulosamente preparado, no solo se festejo el casamiento del nuevo Rey sino también su triunfo por volver a recuperar el trono. La ceremonia transcurrió sin problemas lo que nos lleva a la reciente situación de Shang Qinghua.

!Maldito, maldito, maldito!

Si iba a acabar siendo una moneda de cambio por su estúpida vida jamás le hubiera hecho caso a mi madre de venir a verte... pero fue su ultimo deseo, no podía incumplirlo.

Qinghua soltó un suspiro, con ayuda de sus mangas seco su rostro de cualquier rastro de lagrimas.

No puedo recibir así a mi esposo.

¿Qué? No lo culpen, había escuchado rumores de lo despiadado que es el nuevo Rey, por lo que solo podía aceptar su situación actual si quería vivir una vida tranquila, trataría de ser servicial y obediente con su esposo para poder seguir con vida.

Mientras se acomodaba y quitaba el polvo inexistente del traje se escucharon fuertes pisadas, tembló nervioso poniendo sus manos en su regazo manteniendo su cabeza agachada.

Sintió como alguien se sentaba a su lado, trato de hablar pero antes de siquiera poder pronunciar una palabra una mano levanto su velo hasta quitárselo por completo revelando ante él una cara atractiva de piel blanca, cabello negro como el ébano, ojos afilados de un vibrante azul como el océano, finos labios, nariz recta, cuerpo fuerte envuelto también con ropas rojas.