Se sacrificaron por nosotros, guardias y habitantes de la Ciudad de EL. Aunque sus cuerpos no están a nuestro lado, su presencia sigue viva en nuestras mentes y nos da la fuerza que necesitamos para reconstruir lo que perdimos.
Leiftan puede ser un traidor, pero sigue siendo el salvador de la ciudad. Creo que lo he perdonado ahora, por lo que me hizo. Después de todo, el perdón es la palabra clave en esta nueva era que estamos construyendo.
Extraño la ingenuidad que Erika tuvo en ocasiones frente a fenómenos mágicos… ¿Quién lo hubiera pensado? Definitivamente nos vendría bien un poco de frivolidad ahora mismo.
Todo lo que podemos hacer es esperar una señal de ellos. ¿Volverán alguna vez a nosotros de nuevo? No puedo evitar creer que lo harán ...
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