Viaje Entre Mundos

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Como habían acordado Tsukasa hizo que Nene le siguiera en compañía de Amane. Si era sincero quería acabar con esto cuanto antes, no podía soportar la idea de esfumarse solo por buscar un estúpido libro y a un exorcista que al parecer se había convertido en una damisela en peligro.

Durante el trayecto se percató de que este no se molestaba en ocultar su preocupación hacía su persona y sus miradas se encontraron un par de veces, claramente quería decir algo pero las palabras simplemente se negaban a salir, además no podría decir mucho de todos modos ya que se rehusaba a escuchar un discurso lamentable sobre como debería mantener su mera existencia en este plano terrenal.

Llegaron al lugar indicado que irónicamente resultó ser aquel pasadizo donde se hicieron con aquellos archivos, gracias a la orden del Misterio No.7 tenían camino libre para entrar en las facilidades sin ningún problema.

Por más que el mayor de los Minamoto tuviera unos dotes excelentes en el ámbito del exorcismo no podría hacerse cargo de todas las apariciones que querían hacerse con su cabeza sin mostrar sospechas de su profesión, así que no se presentaría en la academia, al menos no por el momento.

— Escucha no podrás regresar sin haber obtenido ese libro y por supuesto a ese mocoso insoportable, ¿ser encerrada en un mundo de fantasía no te trae recuerdos? — le dijo con algo de ironía, eso era justo lo que ocurriría nuevamente a excepción de que no tendrían control de este en lo absoluto por lo que intervenir desde fuera era casi imposible.

— Estaré bien, intentaré resolverlo lo más pronto posible

— Yashiro pase lo que pase no intentes quedarte en ese lugar, las apariencias y personalidades podrían ser o no ser las mismas que las personas que conoces, procura no olvidar tus objetivos

— Entonces es cierto que está vez no estarás ahí para ayudarme....es cierto que ya lo sabía pero de alguna forma mantenía un poco las esperanzas — le dió una leve sonrisa en un intento de aliviar sus preocupaciones.

— Lamento no poder ser de ayuda, de ser posible impediría que fueras a un lugar tan peligroso tú sola — su mirada ensombreció al notar que Tsukasa se puso manos a la obra, sin duda sus prioridades estaban desordenadas ya que no podía decidir entre sus amigos que les quedaba un brillante futuro por delante o su otra mitad que utilizaba lo último que le queda de poder para abrir ese portal y se arriesgaba a desaparecer ahí mismo frente sus ojos.

Apretó su puño para controlar las ansías de detenerlo, pues se había dado cuenta de que su figura se veía más traslúcida por momentos, Nene notó su reacción y en respuesta no dudó en tomar su mano.

Sabía que era algo egoísta pedirle ayuda al menor de los Yugi en esta situación pero no existía otra solución.

La entrada fue abierta con éxito y el joven se hizo para atrás en un acto de reflejo, se sentía tan cansado que pensó que perdería el equilibrio de no ser por su gemelo que le sostuvo contra su pecho y evitó una posible caída.

— Buena atrapada Amane~ — hizo un esfuerzo al intentar bromear, pero sintió una especie de hormigueo en su brazo izquierdo y cuando llevó su atención hacia el notó lo inevitable, sin embargo se mantuvo sin inmutarse como si aquello fuese lo más natural del mundo.

— ¿Cómo puedes bromear en un momento como este? — susurró contra su oreja e intentó que su voz no sonará tan quebrada.

— Intenta controlarte a mí no me importa ver como dejas fluir todos tus sentimientos, pero si derramas lágrimas ahora le causarás más problemas a esa chica, despídete como es debido y luego....bueno quién sabe que pasará después de esto

— Hanako-kun.....Tsukasa-kun realmente muchas gracias por todo, no les fallaré lo prometo — comenzó a caminar con pasos seguros hasta el portal luego de recibir un asentimiento y un "buena suerte" por parte de su amigo fantasmal, no obstante se detuvo por unos segundos para escuchar una advertencia, más se sorprendió de quién había provenido tal consejo.

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