A menudo me pregunto porqué te encanto,
¿Serán mis caderas?
¿La curva de mis labios?
¿Te gustan mis ojos?
¿Anhelas mi canto?
¿Te gustan mis senos?
¿Añoras el sabor de mis labios?
Mis palabras te encantan, amas mi tacto,
¿Te gustan mis gritos, mis súplicas, mi llanto?
¿Será mi dolor lo que tanto te encanta?
¿Es el saber que está a tu merced mi cuerpo y alma?
No quiero tus ojos, no necesito de tus palabras,
No me toques, libera mi alma.
Te encanto, te encanto, te encanto.
